Mickey House (Kacper Olszewski) es un niño de 11 años que vive con su joven madre soltera (Agnieszka Podsiadlik) en los suburbios de la Varsovia contemporánea. Mickey es ignorado y maltratado por sus compañeros de la escuela; él sólo quiere un poco de atención más allá de la sobreprotección que le brinda su madre. Las angustias del niño incrementan cuando se percata que se encuentra en el tránsito hacia la pubertad; el crecimiento del vello, los cambios físicos que experimenta su cuerpo, sus primeros pensamientos sobre el sexo y las fantasías con mujeres desnudas provocan una serie de incomprensiones en la mente del niño. Ante el rechazo que él mismo siente hacia su propio cuerpo, Mickey se refugia en un mundo de fantasía, donde un ratón llamado Jerboa Mouse –producto de su imaginación– es su única compañía, un pequeño roedor igual de miserable y cruel que la gente que lo rodea.
Con una estética visual que se nutre del videoclip (planos de breve duración, edición frenética, constante uso de música de diversos géneros), del cómic (planos fijos, pantalla dividida, viñetas, inserción de gráficos y textos que acompañan las escenas), de la pintura surrealista de Jacek Yerka, de los primeros trabajos de animación de Walt Disney y del intenso uso del color de Wes Anderson, Baby Bump (2015), dirigido por el polaco Kuba Czekaj, es el retrato de un personaje angustiado por el proceso de crecimiento y atrapado en esa dolorosa etapa de iniciación de la edad adulta. Narrado desde la perspectiva del niño, el filme se centra en la manera en que Mickey no logra comprender que esas transformaciones responden a un cambio natural y no a una monstruosa alteración física como él la percibe. Incluso, para enfatizar la sensación de Mickey, el director lo muestra como un niño completamente diferente a los demás: él tiene unas enormes orejas de ratón y cada que se siente confundido se las corta con unas tijeras, su única salvación es someterse a una cirugía para modificar su condición monstruosa. Otro factor importante es la relación del niño con su madre, que no reconoce las primeras señales del cuerpo cambiante de su hijo. A pesar del excesivo tono satírico y el constante uso del humor negro para burlarse descaradamente de algunas costumbres y prácticas sexuales de los adultos, el filme es una reflexión escrupulosa y puntual sobre los cambios fisiológicos y psíquicos que se desarrollan durante la pubertad. En última instancia, Czekaj logra materializar, en un cruel mundo de fantasía, las palabras de Sigmund Freud: “La crisis de la pubertad consiste en el paso de la ternura infantil a la sexualidad de los adultos”.
Baby Bump forma parte de la Biennale College, una iniciativa del Festival de Cine de Venecia que apoya a cineastas emergentes para desarrollar y concluir sus proyectos.
Filme disponible del 3 al 8 de septiembre en Sala Web.