Tara (Jaimie Alexander), una mujer de 32 años, decide salir con sus amigas a un club nocturno para celebrar su despedida de soltera. Ahí conoce a Patrick (Wes Bently), un enigmático y atractivo barman que con sus juegos de miradas y palabras logra seducirla. Ambos pasan la noche juntos; desafortunadamente, Tara escogió al tipo equivocado para experimentar una aventura de infidelidad, pues Patrick resulta ser un peligroso psicópata que no descansará hasta arruinar la boda que Tara ha planeado con su novio, Michael (Cam Gigandet).
El personaje del acosador obsesivo se ha convertido en un pilar de los thrillers contemporáneos de Hollywood desde 1987, cuando Glenn Close hizo de la vida de Michael Douglas un infierno después de que tuvieron una desenfrenada noche de sexo en Fatal Attraction. Ella lo acosó, molestó a su familia y, en última instancia, trató de matarlo. Tres décadas después, se repite el mismo cuento, aunque con los roles invertidos y con un guion sumamente perezoso, en Obsesión (Broken Vows, 2016), ópera prima de Bram Coppens. El relato se construye a partir del miedo constante de Tara de ser descubierta por Michael, tratando de mantener a Patrick fuera de su vida y ocultando el secreto de su infidelidad. Pero todas estas acciones sólo encienden la rabia del acosador, quien poco a poco se involucra más en la vida cotidiana de la mujer. Sin embargo, el filme carece de cualquier tipo de sutilezas que le permitan al espectador sentir el temor de ella y la obsesión de él. El lenguaje corporal de los actores es sumamente acartonado; los gestos lucen artificiales; y las discusiones resultan inverosímiles. A lo largo del filme hay cuatro o cinco momentos en los que la trama depende de una coincidencia abrupta, de decisiones tontas o de personajes cómodamente olvidando las cosas. Como suele suceder en los thrillers fallidos, la falta de comunicación rápida y honesta de la protagonista frustra al público al grado de realizar la pregunta obvia: “¿Por qué no llamaste inmediatamente a la policía?”.
Fecha de estreno en México: 17 de agosto, 2017.