En la ciudad de Nueva York de los años treinta, Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg) es un joven que se ha criado bajo las dinámicas de una peculiar familia judía: sus padres (Jeannie Berlin y Ken Stott) discuten constantemente; su hermana Evelyn (Sari Lennick), que vive felizmente casada con el intelectual Leonard (Stephen Kunken), es una mujer sobreprotectora; y su severo hermano Ben (Corey Stoll) es un mafioso que tiene varios problemas con la ley. Pero Bobby sólo quiere probar suerte en Hollywood para descubrir y desarrollar sus talentos, así que le pide ayuda a su tío Phil (Steve Carell), un agente muy conocido y respetado por las estrellas de la industria. A su llegada a la meca del cine, Bobby se enamora de la inteligencia, sencillez y belleza de la enigmática Vonnie (Kristen Stewart), la secretaria de su tío, y decide estructurar nuevamente sus prioridades.
En su 47ª película, el octogenario y prolífico realizador estadounidense, Woody Allen, retoma las dinámicas de convivencia de los aristócratas, burgueses, intelectuales y artistas que se reunían en los cafés y restaurantes de moda de Nueva York, París y Londres de finales del siglo XIX y principios del XX, para confeccionar un melancólico retrato de la edad de oro del cine Hollywood con una pequeña dosis de ácida crítica contra el aspecto mundano y superficial de las celebridades. Con la ironía típica de Allen, Café Society (2016) es una comedia de enredos sobre las infidelidades y los sueños juveniles enmarcados en la fotografía de Vittorio Storaro, quien recurre a las brillantes tonalidades cálidas para acentuar la atmósfera artificial de Hollywood que contrastan con los colores grises y azules de la vida nocturna neoyorquina. La música de jazz –como signo absoluto de reconocimiento del cine de Woody Allen– acompaña cada una de las secuencias, mientras que la voz en off del narrador omnipresente (el propio director) guía al espectador a través del desarrollo de los acontecimientos. Los Ángeles y Nueva York son dos ciudades simbólicas representadas como las garras del deseo y la razón, respectivamente; Allen utiliza al personaje de Bobby para mostrar cómo el hombre puede ser aplastado por las dinámicas y contradicciones de estas dos urbes. Woody Allen deposita una gran responsabilidad en sus actores que no decepcionan: un neurótico e inseguro Jesse Eisenberg que funciona como alter ego del director; una nostálgica y reflexiva Kristen Stewart; una alegre y espontánea Blake Lively; y un sigiloso depredador encarnado afablemente por Steve Carell. En última instancia, el filme es una reflexión sobre cómo el ser humano busca nuevas oportunidades para ocultar los fracasos del pasado, aunque las insatisfacciones y las desilusiones lo persiguen eternamente.
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Fecha de estreno en México: 18 de noviembre, 2016.