Max (Jacob Tremblay), Lucas (Keith L. Williams) y Thor (Brady Noon) han sido los mejores amigos desde el jardín de niños y ahora se enfrentan a los horrores de la escuela primaria y la primera etapa de madurez que requiere. Max es invitado a una fiesta especial en la que habrá concursos y apuestas de besos y el niño se siente ansioso por aprender sobre el contacto con los labios. Apoyado por Lucas y Thor, Max decide utilizar el preciado dron del padre de Max, para espiar a su vecina, Hannah (Molly Gordon) y su amiga Lily (Midori Francis). Cuando las chicas mayores se dan cuenta de ser espiadas, logran capturar el dron poniendo en nuevas dificultades a los niños. Pero los amigos, astutos y perseverantes, roban el bolso de Molly que contiene las drogas que consume la joven. Hannah intenta llegar a un acuerdo con Max, Lucas y Thor, quienes se embarcan en una odisea, tratando de ganar suficiente dinero para comprar otro dron antes de que el padre de Max se percate de lo sucedido-.

Las comedias de adolescentes obscenos en las que el sexo es la referencia inmediata para elaborar bromas y chistes han existido durante décadas, a menudo reinventado el sentido del humor específico de cada generación. Con Chicos buenos (Good Boys, 2019), el director Gene Stupnitsky busca reinventar el género de la comedia una vez más, esta vez con niños que están a punto de convertirse en adolescentes. El filme explora de manera extraña y radical la inocencia. Es cierto que es un momento confuso en la vida de un niño, pero las glorias de la infantilidad y la urgencia de ciertos cambios físicos son abrazadas desde una mirada adulta que constantemente sólo presta atención en las curvas del despertar sexual, el interés por el consumo de sustancias tóxicas y la curiosidad por la pornografía para obtener detalles sobre la intimidad. La dinámica de los protagonistas gira en torno a distintos tipos de chistes sexuales, en su mayoría basados en su falta de conocimiento sobre el sexo, todo ello mientras Stupnitsky intenta contar una historia conmovedora sobre crecer individualmente y cómo eso afecta las amistades de la infancia. Chicos buenos se enfoca demasiado en el humor obsceno de esta comedia obscena protagonizada por preadolescentes, a menudo en detrimento de los personajes y los ritmos emocionales.

Fecha de estreno en México: 11 de octubre, 2019.

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