Malony (Rod Paradot), de 16 años, es un adolescente agresivo, violento, e incapaz de controlar sus impulsos. Él ha vivido con el nulo apoyo de una madre drogadicta e irresponsable (Sara Forestier), y ha crecido sin la presencia de una figura positiva que le enseñe el buen camino, por lo que ha decidido robar automóviles con violencia a cualquiera que se le atraviesa en el camino. Su tortuoso proceso de reinserción a la sociedad está en manos de una eficiente juez (Catherine Deneuve), un responsable tutor (Benoît Magimel) y varios trabajadores sociales comprometidos que buscan ayudar a Malony para que no ingrese en el terrible infierno que significa la cárcel.
Aunque impregnada de un ligero sentimiento nacionalista, Con la frente en alto (La tête haute, 2015), dirigido por Emmanuelle Bercot (Backstage, 2005; Elle s'en va, 2013), evita caer en las redundancias y en el carácter didáctico para explicarnos cómo el estado francés está comprometido con la reinserción de los jóvenes delincuentes a la actividad de la sociedad, ya sea apoyándolos para reiniciar sus estudios o abriéndoles las puertas para trabajar en algún oficio o área de su interés. Este complejo esquema es representado mediante la historia de sufrimiento y redención del joven Malony. El debutante Rod Paradot es una auténtica revelación; su salvaje entusiasmo desemboca en una rabia verosímil de un joven desconcertado, confundido, distraído y que no sabe qué hacer. Únicamente en la violencia encuentra el regocijo y la calma necesarios para soportar la vida como la conoce, pero sólo el tiempo, con sus sorpresas, puede otorgarle una sonrisa genuina y un verdadero sentido de responsabilidad. La implacable Catherine Deneuve, siempre de extrema elegancia y belleza, encarna la sabiduría de una juez que sabe cuándo utilizar su fortaleza de carácter para perseguir el bienestar común. En el filme se percibe la etiqueta de realismo social de los hermanos Jean-Pierre y Luc Dardenne, recurriendo, en varias secuencias, a una cámara en mano que se siente muy próxima a los rostros de los personajes. A lo largo del relato se acumulan situaciones dramáticas; Bercot parece ser presa de su deseo por abrumar al espectador desde el principio sin darle tiempo de tomarse un respiro. Conforme avanza el relato, se percibe una saturación en la intensidad de una vida conflictiva sin aparente solución, y cuando el desenlace se aproxima, la directora opta por una salida emotiva, pero precipitada. En última instancia, Con la frente en alto es un filme que retrata cómo funciona un estado paternalista inmiscuyéndose en la lucha diaria dentro de un sistema de bienestar estructurado, no a partir de mecanismos intrusivos e impersonales, sino conformado por personas profundamente implicadas en su trabajo, que toman difíciles decisiones respecto a la educación de niños y jóvenes.
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Fecha de estreno en México: 18 de marzo, 2016.