Noredin Mostafa (Fares Fares) es un comandante de policía corrupto, acepta sobornos mientras recorre las calles de El Cairo y guarda todo en el congelador de su departamento -un lugar austero para alguien que vive recibiendo dinero-. Por otro lado, en el hotel Nile Hilton, ubicado en el centro de la ciudad, ocurre un crimen del cuál la única testigo es Salwa (Mari Malek), una mucama que escuchó todo. Noredin está a cargo del caso, y encuentra un recibo de una tienda de revelado fotográfico y tras conseguir las imágenes se da cuenta que Hatem Shafiq (Ahmed Selim), el CEO de una poderosa empresa constructora hermanada con el gobierno de Hosni Mubarak, parece estar involucrado. Al siguiente día, al llegar a la estación de policía, su jefe –y tío- le comenta que el caso del hotel está cerrado y que debe ser considerado como un suicidio. El comandante no está conforme con la resolución del caso, por lo que intenta encontrar, por sus propios medios, al responsable del asesinato.

Crimen en el Cairo (The Nile Hilton Incident, 2017) se construye como un moderno film noir, que explora el bajo mundo de la capital de Egipto y desentraña las políticas y la mala praxis entre los miembros policiales. Tarik Saleh (Metropia, 2009) dirige y escribe una obscura historia que se ubica días antes del inicio de la revolución egipcia de 2011, donde aquellos con un coto de poder toman lo que quieren sin considerar la vida de los otros. Las referencias de Saleh son claras: The Big Sleep (1946), The Long Goodbye (1973), L.A. Confidential (1997) y Chinatown (1974) siendo esta la más patente, pues en cierto momento uno de los personajes le dice al comandante: “Olvídalo, Noredin. Esto es El Cairo”, haciendo una profunda alusión a la frase que concluye el filme de Roman Polanski. Pero, el hecho de poseer un gran catálogo de filmes que lo acogen, no lo vuelve un simple pastiche que se vale de las tramas de otros para configurarse a sí mismo, las referencias son evidentes, pero saben sostenerse sobre la historia que están contando, lo que vuelve notable esta propuesta noir. El estudio del director hacia el tratamiento de la cinta es tan evidente que construye a sus personajes como a los típicos arquetipos del género, pero bien ubicados tanto en su espacio histórico como geográfico: el héroe atormentado, la femme fatale, el compañero fiel, todos se encuentran en el lugar y la situación que una película del género les propone, sin caer en la farsa. El trabajo que realiza el director de fotografía, Pierre Aïm, es admirable, pues construye toda una estética visual que se ejecuta en su mayoría durante las noches y que, a la vez, le brinda una serie de claro oscuros que estilizan las manifestaciones ciudadanas que observamos como telón de fondo de la historia de Noredin. El filme no sólo nos habla del misterio de un asesinato, sino que expone al gobierno totalitario de Egipto y los casos de corrupción, proteccionismo, nepotismo y violencia con las que se viven en el entorno, haciendo patente que incluso cuando alguien desea alzar la voz para intentar conseguir un bien común, las consecuencias suelen ser fatales.

Fecha de estreno en México: 4 de mayo, 2018.

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