Después de ser un huérfano hambriento durante el Holodomor (genocidio ucraniano y largo periodo de hambruna en 1933, cuando la URSS ejerció control absoluto sobre Ucrania), Leo Demidov (Tom Hardy) se convierte en un héroe de guerra cuando clava en lo más alto de un antiguo edificio de Berlín la bandera roja de la Unión Soviética para simbolizar su triunfo sobre el ejército alemán. Años más tarde, en la década de los cincuenta, Leo es uno de los miembros más respetados de la policía militar soviética; su obediencia y lealtad se pone a prueba cuando, por orden de su superior, Kuzmin (Vincent Cassel), es obligado a no entrometerse en el asesinato de un niño, y luego le asignan una misión para denunciar a los sospechosos de ser espías y traidores, entre ellos se encuentra Raisa (Noomi Rapace), su esposa. Aunque Leo, un siervo obediente de la autoridad investiga a Raisa, se niega a declarar contra ella. La pareja es enviada a unos lejanos campos de trabajo, donde Leo, bajo las órdenes de su nuevo jefe, el General Mikhail Nesterov (Gary Oldman), se entera de una serie de asesinatos de niños que repiten el mismo patrón del ocurrido en Moscú.
Basado en la novela Child 44, escrita por Tom Rob Smith, y dirigido por el cineasta sueco, Daniel Espinosa (Easy Money, 2010; Safe House, 2012), Crímenes ocultos (2015) está ambientado en la Rusia estalinista, específicamente en 1953 y, aunque en apariencia es un drama de guerra sobre las tensiones al interior de los servicios secretos rusos, el filme posee elementos del thriller de acción en una historia sobre un hombre obsesionado con capturar a un asesino serial. La mayoría de los actores logran focalizar los matices psicológicos de sus personajes en medio de una atmósfera siniestra, donde no sólo la traición política está latente, sino la presencia de un hombre monstruoso que, traumado por la guerra, ejecuta crímenes contra los más pequeños. La relación entre Leo y Raisa –una nueva colaboración entre Hardy y Rapace, después de The Drop (2014)– transmite una complejidad verosímil que rescata, a pesar de la confusión y miedo que sienten, la lealtad y fidelidad en la pareja sin la necesidad de diálogos cursis y ostentosos. El filme posee un halo de antigua propaganda antisoviética (hay una crítica constante al modo en que el gobierno de Stalin escondía las verdades para controlar al pueblo) y, cada que se da un paso para la resolución del caso, aparece una nueva capa de corrupción, haciendo que por momentos se extienda el relato de manera innecesaria. A pesar de ello, Espinosa logra un sano equilibrio entre los traumas de los prisioneros de guerra, los campesinos condenados a los gulags y los soldados con ambiciones políticas.
LFG (@luisfer_crimi)
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex
Fecha de estreno en México: 24 de abril, 2015.