En un suburbio de Estados Unidos, durante la noche de Halloween, tienen lugar diez historias terroríficas que involucran a una ecléctica galería de siniestros personajes: demonios, duendes, fantasmas, asesinos en serie, alienígenas e incluso una calabaza asesina. Algunos de los eventos desatados por estos agentes del mal terminan confirmando oscuras leyendas, mientras que otros se revelan como inusitados e inexplicables sucesos que transgreden violentamente el orden y la normalidad. La suma de estas macabras peripecias termina convirtiendo una noche de supuesto esparcimiento –en la que chicos y grandes salen a la calle disfrazados en busca de golosinas– en un auténtico festival de sangre del que cualquiera es susceptible de convertirse en víctima.
Los diez cortometrajes que integran Cuentos de terror, exploran con desigual fortuna el género al que alude el propio título de esta compilación, dando como resultado una antología cuyo punto más débil como conjunto narrativo es la irregularidad. Historias como Sweet Tooth (David Parker), Grim Grinning Ghost (Axelle Carolyn) o This Means War (John Skipp), se reducen a meras búsquedas efectistas cuya única aspiración es provocar sustos en el espectador mediante estridencias sonoras y típicas representaciones visuales de la monstruosidad, mientras que otras más ambiciosas –sin dejar de lado dichos recursos– proponen tramas más elaboradas en las que incluso algún giro inesperado acierta no sólo a producir un efecto sorpresa, sino que revela matices que resignifican el sentido del relato, tal y como ocurre en Trick (Adam Gierasch), donde unos sádicos niños disfrazados demuestran tener al final serias motivaciones para atacar con lujo de violencia a un grupo de adultos. Pero, sin duda, las piezas más originales y estimulantes son aquellas que se atreven a transgredir las convenciones del género incorporando refrescantes dosis de humor paródico, como sucede en The Night Billy Raised Hell (Darren Lynn Bousman) y, muy especialmente, en Friday the 31st (Mike Mendez), donde la insospechada intervención de un pequeño y simpático alienígena rompe de manera hilarante con la consabida trama de un asesino en serie –clara referencia al Jason de la franquicia de Friday the 13th– que justo cuando está a punto de acabar con su víctima ve cómo la adversidad se le viene encima a través de un descuartizamiento en el que el exceso de sangre resalta el tono cómico del relato. Aun así, destellos fugaces como éste no son suficientes como para propiciar el brillo de todo el conjunto, que además, en cuestiones técnicas, se ve deslucido por una fotografía poco sugerente y unos efectos especiales más bien burdos.
Fecha de estreno en México: 13 de noviembre, 2015.