Una mañana, un joven DJ llamado Ig Perrish (Daniel Radcliffe), despierta después de una resaca solo para descubrir que le han comenzado a crecer un par de cuernos. Al igual que con el desafortunado Gregor Samsa de La metamorfosis (1915) de Franz Kafka, no existe alguna explicación para la transformación que Ig está sufriendo, y la gente que lo rodea parece no percatarse del cambio físico del muchacho. Pero si la causa es un misterio, los efectos son todavía más extraños: las personas cuando están cerca de él, se sienten obligadas a confesarle sus más recónditos secretos, sin sentir ninguna culpa o vergüenza, dispuestos también a obedecerlo si se los ordena, olvidando inmediatamente lo que han hablado con Ig. Perrish se vuelve un detonante para despertar la lujuria, la intolerancia y la mezquindad que esconden los habitantes de su pueblo natal, una aldea maderera contemporánea de Washington. Cuando se da cuenta del poder que ejerce sobre los demás decide utilizarlo para descubrir al asesino de su Merrin Williams (Juno Temple), su novia desde la infancia y el gran amor de su vida. Meses atrás, fue culpado del asesinato de la chica, y todos, incluyendo a su familia, están convencidos de que él la mató. En adelante la misión de Ig es encontrar al verdadero culpable y limpiar su nombre.
Cuernos (Horns, 2013) es la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Joe Hill (hijo de Stephen King), dirigida por Alexandre Aja (Piranha 3D, 2010). La cinta se anuncia como una cinta de terror, pero en realidad combina varios géneros como el cine negro, fantasía, unas gotas de romance y humor negro, que da como resultado una interesante propuesta que destaca por su apartado visual, gracias a los efectos especiales y a la preciosista fotografía de Frederick Elmes (Blue Velvet, 1986). Es en su segunda mitad cuando la película comienza a sentirse algo desordenada y predecible, a causa de la aparición de tantas pistas falsas y giros de la trama (de la investigación policiaca, el pretendido terror, al exceso de sentimentalismo), una lluvia densa de flashbacks y cortes rápidos —en los que se pierde metraje en la presentación de personajes estériles y carentes de interés—, que llevan al espectador a resolver el misterio antes de que el verdadero asesino aparezca.
VSM (@SofiaSanmarin)
Fecha de estreno en México: 18 de diciembre.