En 1959, después de quedar viuda, Florence (Emily Mortimer) decide abrir una librería en el pequeño pueblo de Hardborough, en Inglaterra. Aunque se trata de un espacio que ha permanecido vacío, desmoronado y poblado de ratas, ella ha elegido Old House como su ubicación. El lugar lo encuentra adecuado para sus necesidades, trabajando para que el edificio cumpla con los estándares de calidad que requiere. Desconcertada por la apertura de la tienda se encuentra Violet (Patricia Clarkson), una mujer adinerada y sumamente influyente que tenía planes para Old House, y ahora se ve incapaz de cumplir su sueño de abrir un centro para las artes. La librería de Florence lucha al principio para sostenerse, pero encuentra un cliente receptivo en Edmund (Bill Nighy), un hombre solitario cuyo mundo gira en torno a la literatura, y una empleada valiente en la joven Christine (Honor Kneafsey). Mientras Florence deposita todo su empeño y entusiasmo en la librería, debe confrontar a Violet, quien trabaja en secreto para utilizar sus conexiones y cerrar el negocio de los libros.
La cineasta española, Isabel Coixet (Mi vida sin mí, 2003; Mapa de los sonidos de Tokio, 2009), regularmente encuentra inspiración creativa en aquellas historias sobre el funcionamiento interno de las mujeres, y tiene una cuidadosa historia de sumisión con la que trabajar aquí. De libros, amores y otros males (The Bookshop, 2017) la novela de Penelope Fitzgerald, tiene todas las posibilidades de convertirse en un tradicional melodrama televisivo al representar las frustraciones de una mujer solitaria y monitorear a seres humanos horribles que le harán la vida imposible. Sin embargo, Coixet no muerde el anzuelo y opta por centrarse en la revelación gradual de autoconfianza de la protagonista para confeccionar un relato de emociones realistas y literarias. El filme es una notable radiografía del ritmo del dolor que se presenta con mucha paciencia de la cineasta para desarrollar paulatinamente al personaje central. Si bien inicialmente se trata de un nivel de éxito para Florence, que se arriesga a cumplir su sueño de abrir una tienda de libros, The Bookshop mantiene un ambiente de duelo, con el pueblo en un área siempre cubierta de habitantes que parecen comprometidos a llevar una existencia corrosiva, pasivo-agresiva que no respeta las aspiraciones de una extraña recién llegada. El guion no pone a Florence y Violet una en contra de la otra de manera directa, pero su antagonismo permanece en la atmósfera de la localidad, en las conversaciones informales, ocasionando una progresiva escalada de intenciones. Coixet se adentra en la vida comunitaria y los primeros días de la librería, que está llena de novelas clásicas para alimentar la imaginación de los locales que normalmente no leen, mientras Florence decide abastecerse con libros contemporáneos más aventureros (las obras de Ray Bradbury) y controvertidos (Lolita de Vladimir Nabokov) atrayendo la atención de los curiosos y levantando la ira de las autoridades. Alrededor de los libros se crea una cándida relación entre Florence y Christine; ver a una mujer que no tuvo la oportunidad de tener hijos con su difunto esposo que ahora pasa las tardes con una niña extrovertida y entusiasta. La creciente lealtad de Christine a Florence es un componente clave de la historia. Nighy también contribuye con una energía inusual, quien interpreta a Edmund como un hombre atrapado por su aislamiento, encontrando un extraño sentimiento de emoción alrededor de Florence, inspirando al hombre a salir de su zona de comodidad.
Fecha de estreno en México: 19 de octubre, 2018.