Lee nuestra reseña de Death, una banda llamada Muerte
En los sesenta, en Detroit, la mamá de David, Bobby y Dannis Hackney recibió un dinero de compensación por un accidente de auto y preguntó a sus hijos qué querían: escogieron una guitarra, un bajo y una batería. Ella les dio todas las libertades para que pudieran ensayar diario en casa, y con el tiempo se formaron como músicos. Al morir su padre, crearon una banda rondada por su espíritu. Su nombre, Death, tenía una connotación positiva y religiosa, que solo David, el líder del trío, defendía a capa y espada. Había creado todo un concepto alrededor del nombre y no estaba dispuesto a conceder a pesar de que la gente los rechazaba por éste y de que recibieron una oferta de una disquera a cambio de que lo cambiaran. Eventualmente, tras varios intentos y forcejeos, el grupo se desintegró.
Con un giro de tuerca inesperado, treinta años después, Death es descubierta gracias al sencillo que grabaron, y reconocidos ampliamente como una banda precusora del punk. El giro es similar al que vemos en Searching for Sugar Man, coincidentemente estrenada el mismo año que A Band Called Death, es un giro que restituye los sueños desvanecidos en el tiempo. Y aunque las dimensiones de este documental mantienen a estas figuras en el ámbito familiar sin lograrlas posicionar como un mito dentro de la película, los conciertos y el reconocimiento en cierta élite musical sirven para que los melómanos intuyamos que éste es un eslabón esencial en la historia de rock.
SOR (@SofOchoa)
Fecha de estreno en México: 30 de noviembre
Consulta los horarios en: Cineteca Nacional