Cuando a un escritor, guapo y exitoso (Chris Evans), escéptico en el amor, le encomiendan el guión de una comedia romántica, se ve obligado a indagar en el tema. El azar lo lleva a conocer a un chica que lo hará cambiar su visión del mundo, a superar el abandono de su madre cuando era niño. Ella (Michelle Monaghan) es la versión femenina de él: bella, calculadora, infiel. La química entre ambos es evidente desde el momento en que se conocen –en una cena de caridad–, pero los prejuicios de Julie hacia la fama de mujeriego de él, y su propia condición –está comprometida con ese arquetipo de novio perfecto y con posibilidades económicas, dificultan el éxito de la pareja (de los que en toda la película se desconocen sus nombres, los personajes son referidos sólo por los pronombres personales, Él y Ella). Para conquistarla, él pondrá en práctica toda clase de artilugios. La idea es que juntos dejen atrás sus manías, traumas y prejuicios. Él, solo tiene a su abuelo (Philip Baker Hall), a sus amigos también escritores, a quienes les cuenta sus problemas. Se trata de un variopinto grupo conformado por el romántico Scott (Topher Grace), el desenfadado Lyle (Martin Starr), la feminista Mallory (Aubrey Plaza), y el sensato Sansón (Luke Wilson), y quienes ayudarán al héroe de la película a tomar las mejores decisiones.
Déjate querer (Playing it Cool, 2014), ópera prima de Justin Reardon, es una comedia romántica estadounidense que intenta camuflar la falta de novedades con una estructura construida mediante una serie de digresiones y anacronismos que buscan representar los conflictos acontecidos desde las distintas ópticas de los dos enamorados. Estéticamente, es agradable a la vista, con una fotografía cálida, y con recreaciones animadas de algunas situaciones, que arranca idílicas estampas románticas, y un hábil montaje a la hora de ensamblar las escenas presentes con las pasadas, pero el guión agota la anécdota en pocos minutos, debido a su falta de entidad dramática, por su reciclaje de ideas. Tampoco se puede confiar totalmente la eficacia de una propuesta en el carisma de sus intérpretes, aun cuando éstos derrochen química romántica, como es el caso.
VSM (@SofiaSanmarin)
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Estreno en México: 17 de julio