El filme dirigido por Roland Emmerich se sitúa dos décadas después de los acontecimientos de Día de la Independencia (1996) para plantear la manera en que la Tierra ha prosperado después de la invasión alienígena: la paz mundial es una realidad, la fraternidad entre las naciones, las culturas y las razas persiste, los avances tecnológicos, científicos, médicos y militares le permiten a los seres humanos llevar una alta calidad de vida. Sin embargo, una nueva nave nodriza extraterrestre se aproxima al planeta y un grupo de valientes hombres y mujeres están dispuestos a entrar en acción para enfrentarse a una amenaza que parece insuperable.
Han pasado 20 años desde que Will Smith le dio la bienvenida a los agresivos alienígenas que invadieron la Tierra para inaugurar una época en la que valientes superhéroes, robots audaces, máquinas feroces y automóviles a toda velocidad se apoderaron de la taquilla. En un mundo lleno de este tipo de películas, ¿era necesario un producto como Día de la independencia: Contraataque (Independence Day: Resurgence, 2016)? En primer lugar, la aparición de varios integrantes del elenco original (Bill Pullman, Jeff Goldblum, Brent Spiner, Vivica A. Fox, Judd Hirsch) no le otorga el fundamento necesario a Emmerich para plantear una secuela que es incapaz de reinventarse y que se sumerge en sus interminables repeticiones de dinámicas, estrategias y superficialidades (los estadounidenses nuevamente como salvadores del mundo) que habían sido exploradas en el filme predecesor. Los nuevos miembros del elenco, principalmente los jóvenes (Liam Hemsworth, Maika Monroe, Jessie Usher), depositan su entusiasmo para generar pasajes intensos de acción y persecución, pero, en muchos momentos, su vigor exacerbado sólo funciona para crear atmósferas fuera de tono (a veces cómicas; otras, de extrema torpeza) cuando están cerca del peligro o de la muerte. El CGI es de primera clase, las numerosas escenas de batallas son cinéticas y enérgicas, nunca confusas, pero repetitivas y poco innovadoras dentro del género de la ciencia ficción; esto provoca que el filme termine por ahogarse en un fastuoso despliegue de efectos visuales, a veces sin justificación alguna que terminan por aniquilar la audacia y diversión de la primera película.
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Fecha de estreno en México: 24 de junio, 2016.