Lee aquí la reseña de Dragon Ball Z: La batalla de los dioses
El dios de la destrucción Bills (Orozco) es despertado por su asistente Wiss (Arturo Castañeda) después de dormir durante treinta y nueve años. La deidad decide abrir los ojos hasta entonces porque una profecía dictaminó que se enfrentaría a un Súper Sayajin Dios. Al enterarse de que Freezer fue derrotado por un miembro de esta raza, el dios conecta ambos hechos. Por ello decide visitar a Goku (Mario Castañeda), —quien en ese momento se encontraba entrenando con Kaio Sama— para preguntarle si sabe algo sobre su posible futuro adversario. Como siempre, nuestro héroe no sabe nada, pero la fuerza del dios lo hace retarlo a un duelo amistoso que pierde inmediatamente a pesar de pelear con todas su fuerzas. Decepcionado, Bills decide ir a la Tierra para interrogar a los cuatro sayajines restantes. Mientras tanto, los amigos de Goku se encuentran celebrando el cumpleaños de Bulma (Garcel) cuando el dios decide aparecer. Vegeta (García) lo reconoce inmediatamente por lo que tendrá que mantenerlo contento si quiere evitar la completa destrucción de la Tierra en lo que averiguan cómo invocar al Super Sayajin Dios.
Esta es la primera película, y en general el primer anime, en el que el creador del manga original, Akira Toriyama, se ha involucrado profundamente en su desarrollo en una etapa tan temprana como lo es la escritura del guión. Según Toriyama, una de las razones por las que hizo este filme fue para vengarse de la infame película estadounidense basada en su manga: Dragon Ball Evolution (2009).
JEMCH (@makosss1)