Una mujer en trabajo de parto, una vieja granja quemándose hasta los cimientos, niños cantando villancicos, el féretro de un niño al interior de una iglesia prácticamente vacía, una niña que se adapta a la nueva familia de su padre, una mujer quitando el hielo del parabrisas de su automóvil, dos trabajadores de la construcción discutiendo sobre la obra en marcha, dos niños haciendo travesuras a las afueras de un invernadero, un bibliotecario solitario hablando con su madre vía telefónica, carniceros destazando reses al ritmo de música navideña, un grupo de mujeres en plena competencia de fisicoculturismo, abuela y nieto visitando la tumba de un familiar mientras reflexionan sobre la vida y la muerte, botes de basura en las calles de Reikiavik, una joven desilusionada entre las luces neón y la música electrónica de un bar. Todas estas viñetas de la vida cotidiana forman parte de las 56 escenas que presentan anécdotas, retratos, breves relatos de emociones y atmósferas ocurridas en Islandia entre las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Echo (Bergmál, 2019), el más reciente filme del cineasta islandés Rúnar Rúnarsson -autor de la conmovedora Volcano (2011) y la desgarradora Sparrows (2015)- captura un tiempo y un lugar específicos: la sociedad islandesa. Cada escena es filmada en cámara fija y, generalmente, en planos abiertos para poder apreciar las dinámicas entre los sujetos y los espacios que habitan; no hay arco dramático tradicional; los personajes y las locaciones no aparecen dos veces y cada viñeta es un plano prolongado; el corte llega exclusivamente para dar paso a otro de los retratos. En cada uno de estos cuadros en movimiento hay un eco muy poderoso de Roy Andersson, aunque sin los momentos de comedia oscura y absurda que predominan en la obra del sueco. En cambio, estos fragmentos no relacionados de la vida contemporánea en Islandia alrededor de la temporada navideña dan como resultado un mosaico variopinto -a veces conmovedor; otras, austero- de los altibajos emocionales que se viven y padecen alrededor de una época del año particularmente importante para la gran mayoría. Este rompecabezas, cuyas piezas se unen sólo porque Islandia en Navidad es el telón de fondo, revela sus intenciones y significados a medida que avanza el filme. Los múltiples destinos y personajes con sus propias historias nos dan una idea de la vida en este país nórdico: una mezcla de devastación, preocupación, miedo, aislamiento, pero también la alegría y el regocijo de la rutina diaria. En última instancia, Rúnarsson ofrece una visión ambiciosa, por momentos etnográfica, del comportamiento humano entre momentos de soledad y compañía, de reflexión y diversión, de sollozo y anhelo.
Disponible en MUBI durante 30 días a partir del 5 de agosto de 2020
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