Un escenario postapocalíptico se extiende por Chicago y toda la costa este de los Estados Unidos: una explosión, conocida como “El evento”, diezma inexorablemente a la población y las consecuencias del desastre son catastróficas, incluida la ruptura de la barrera que separa vida y muerte. El mundo de los muertos y el mundo de los vivos se encuentran, las almas comienzan a materializarse en la Tierra, repitiendo sin cesar la acción que estaban realizando antes de morir. Conforme pasa el tiempo, los seres humanos y “los remanentes” -así es como se definen las almas en dolor o fantasmas- aprenden a llevar una vida tranquila en coexistencia. La angustiada existencia es la de Veronica (Bella Thorne), quien, nueve años después del desastre, debe lidiar con los malévolos planes de uno de los remanentes que busca venganza.

Dirigido por Scott Speer (Midnight Sun, 2018) y basado en Break My Heart One Thousand Times -novela escrita por Daniel Waters-, Ecos mortales (I Still See You, 2018) mezcla elementos del cine de desastres naturales con la ciencia ficción, el horror sobrenatural y el thriller de venganza. En sus mejores momentos, el director demuestra ser capaz de crear suspenso, alimentando las expectativas con una puesta en escena pulcra, elegantes efectos especiales y una fotografía impecable, cuyas tonalidades frías favorecen el halo de misterio que se teje alrededor de la joven protagonista. El hecho de poder ver el espectro de una persona muerta hace mucho tiempo es un concepto que Speer desarrolla de manera elocuente en un thriller sobrenatural. En lugar de que estas apariciones persigan a la joven de manera estereotipada, sirven como un recordatorio de las personas que alguna vez fueron y, verlas todos los días, ya sea un miembro de la familia, un amigo o un vecino, es mucho más aterrador ya que el individuo no puede hacer absolutamente nada al respecto. En la historia, la gente camina a través de estos restos y desaparecen rápidamente, sólo para reaparecer al día siguiente en el mismo lugar. Sin embargo, la historia de amor entre Veronica y su compañero de clase, Kirk (Richard Harmon), parece forzada y predecible, ahuyentando cada vez más a la audiencia de los temas esenciales del filme, evidenciando así un guion impreciso que continuamente se desconecta de su propósito fundamental y hace que el camino a seguir sea tortuoso.

Fecha de estreno en México: 21 de junio, 2019.

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