Jeannette (las versiones más jóvenes interpretadas de manera impresionante por Chandler Head y Ella Livingston, y la adulta por la extraordinaria Brie Larson), sus dos hermanas y su hermano crecen entre la pobreza y el abandono; sus padres (un intimidante Woody Harrelson y Naomi Watts) altamente irresponsables y disfuncionales crean caos en sus vidas. La familia Walls transita de pueblo en pueblo, sin un hogar estable, porque el alcohólico padre no puede mantener un trabajo, y sólo se preocupa por sus ideales de libertad, mientras que la madre vive absorta en su propio mundo de sueños; ninguno de los padres puede brindarle educación, estabilidad emocional y económica a los pequeños.
Basado en la exitosa autobiografía de la periodista Jeannette Walls, The Glass Castle es la historia de una familia problemática y disfuncional. El título del filme proviene de una promesa hecha por el padre de Jeannette, Rex, quien le promete a su pequeña hija que algún día construirá un castillo de cristal para vivir. La supuesta edificación de fantasía e idilio es una paradoja perfecta para mostrar los oscuros recovecos con los que los padres pretenden chantajear a sus hijos creando ilusiones y sueños que no son posibles en la realidad. Gran parte de la infancia de Jeannette muestra un ciclo recurrente de abuso, imprudencia y negligencia que se justifica al afirmar que son “espíritus libres” sin ataduras a un sistema hipócrita y corrupto como el capitalismo. Hacia el último tramo del filme, el director Destin Daniel Cretton (Short Term 12, 2013) sucumbe a los tropos del melodrama manipulador y lacrimoso, esperando que el espectador cambie de perspectiva muy rápidamente cuando se ha pintado una imagen tan negativa de los padres.
Fecha de estreno: 27 de octubre, 2017.