Fox News es una cadena noticiosa perteneciente al conglomerado de medios del australiano Rupert Murdoch, un hombre inescrupuloso al que, siempre, por encima de todo, lo que le ha importado es vender, a costa de lo que sea. El tabloide sensacionalista británico, The Sun, que tanto daño en muchos sentidos le ha hecho a la cultura británica es solo un ejemplo. Roger Ailes (John Lithgow), consultor de medios para presidentes republicanos como Nixon, Reagan y Bush padre, ideó el concepto de crear un canal de noticias funcionando las 24 horas del día pero, no sólo eso: su concepto incluía el que las presentadoras fueran preferentemente mujeres rubias y atractivas, que su mesa de trabajo fuera de cristal transparente para que la audiencia pudiera verles las piernas porque, además, las obligaba a usar faldas cortas, entre otras cosas. Roger dirigía, personalmente, atento todos los días, el influyente imperio que construyó para Murdoch, el núcleo desde donde se generarían las noticias y los análisis noticiosos que tendrían informada a la franja republicana, conservadora, paradójicamente; tanta genialidad y la generosidad mostrada hacia quienes tenían la suerte de ser elegidas por él para saltar a la fama y la fortuna, pensaba, le tenía que ser recompensada por ellas con lealtad incorruptible, traducida para él en dócil recepción de sus avances sexuales; a veces se conformaba con un beso robado, en otras ocasiones con un poco más, y a veces más, y más. Gretchen Carlson (Nicole Kidman), una ex Miss America, graduada en Stanford, es una de las presentadoras estrellas pero, debido a que se encuentra en sus cuarenta tardíos, y a que no acepta los avances de Roger, ha ido siendo relegada a los horarios con menor audiencia y, para colmo, una de las chicas más valiosas de su equipo, la hermosa Kayla Pospisil (Margot Robbie), siguiendo sus ambiciosos instintos, la abandona para buscar, con la ayuda de Roger –por costosa que sea- que a ella le den un espacio propio frente a la cámara, y no como “chica del clima”. La gran estrella de Fox News es Megyn Kelly (Charlize Theron), una bella, inteligente y astuta mujer que para afianzar su popularidad, pese a los evidentes riesgos latentes, decide confrontar al candidato Donald J. Trump durante un debate de candidatos del Partido Republicano a la presidencia, que ella conduce. Le pregunta a Trump (en una transmisión en vivo vista por muchos millones de norteamericanos y de gente en todo el mundo) sobre la forma despectiva y denigrante en que se ha expresado de las mujeres y, como respuesta, recibe primero un chascarrillo denigratorio, ella insiste y obtiene una respuesta muy agresiva del candidato pero, es realmente a partir de que finaliza el debate, que Megyn se convierte en el blanco del odio de las hordas de fanáticos adoradores de Trump. Inicialmente Roger (quien claramente la respeta, la estima pero, sobre todo, sabe del valor que ella supone para su proyecto) le ofrece protegerla porque, además, no tiene a Trump como su favorito dentro de los aspirantes republicanos. Sin embargo, cuando la presión aumenta y Trump directamente lo intimida, opta por sutilmente abandonar a Megyn a su suerte; la traducción de “su suerte” significando recibir twits de Trump con insultos y mensajes violentos, amenazas –incluso de muerte- de desequilibrados que lo idolatran, campañas orquestadas por medios de ultraderecha en contra de ella, su credibilidad y su integridad. Olfateando que es poco promisorio su futuro en la cadena, Gretchen decide hablar con abogados sobre la posibilidad de demandar a Roger por acoso; la advierten sobre el peligro de enfrentar a alguien tan poderoso, pero ella está segura que más mujeres se le unirán, pues no duda que abunden los casos similares, es obvio que existió un patrón durante muchos años en Fox News. Cuando, efectivamente, Roger decide despedirla, Gretchen tiene todo listo para demandarlo a él, sin necesidad de hacerlo contra la empresa. Por su parte, Megyn se siente abrumada y abandonada, mientras Trump acumula poder, seguidores y se enfila a ganar la candidatura republicana. El escándalo de la denuncia de Gretchel hace que Roger obligue a todo el canal a cerrar filas en su favor. Megyn revela a sus allegados que, muchos años atrás, también ella fue acosada por Roger, pero teme perder sus privilegios y posición de poder si se une a la causa de Gretchel. Su riesgo, parece, es mayúsculo. Se enfrenta a un dilema moral y a una encrucijada profesional. Quizá su decisión altere, incluso, el curso de la campaña presidencial estadounidense y, de hacerlo, la historia misma de su país.
El formato en el que está estructurada Bombshell (El escándalo) es de esos que Hollywood tiene muy bien dominado y aceitado. Constantemente vemos películas basadas en la vida real de corte similar: sustentadas en un ritmo ágil, constantes ganchos narrativos, una cámara que permanentemente escudriña los espacios del cuadro en busca de información, una iluminación que evita claroscuros a toda costa, que aborda temas del dominio público pero develando dos o tres hechos o circunstancias que se desconocían y nudos dramáticos por momentos semejantes a los del thriller; no es casual, claro, que en este caso el guionista sea el mismo de otra de las películas de este tipo de las que hablábamos: Charles Randolph también escribió The Big Short (2015) –dirigida por Adam McKay, el mismo encargado de Vice (2018), sobre la vida de Dick Cheney, Vicepresidente con George W. Bush-. Las actuaciones, por supuesto, son fundamentales para sostener todo lo anterior y en Bombshell se constituyen como los motores que hacen que la historia camine y se sostenga pese a los tropiezos: Nicole Kidman y Margot Robbie lo hacen de forma espléndida; John Lithgow (ayudado por los prostéticos) carga el antagonismo decididamente pero, sobre todo la interpretación de Charlize Theron, además parecidísima físicamente a Megyn Kelly, contenida, precisa, llena de encanto, hace parecer que sus momentos en pantalla son parte de un documental (lo cual es enfatizado por el trabajo del DoP británico Barry Ackroyd, habitual del maestro del realismo social, Ken Loach). Sin embargo, buena parte de los dislates de la película tienen que ver con el tono y, en buena medida, son consecuencia del trabajo del director. La experiencia de Jay Roach, que dirigió las franquicias de Austin Powers y de Meet the Parents, está más inclinada a la comedia y, además, a una muy ligera y, por lo general, burda. The Big Short e incluso Vice logran, gracias al trabajo de McKay, con gracia y buen juicio oscilar entre gestos con guiños a la sátira y los momentos dramáticos que exige la trama; en ambos casos los resultados son satisfactorios, las historias permitían esa elasticidad. Si bien es cierto que en Bombshell hay gags (sobre todo one-liners) que oxigenan la trama, posteriormente comienzan a minar la seriedad que, en este caso, ameritaba un tema como el tratado en la historia y que deja poco espacio para la broma: el acoso y abuso sexual.
A mitad del camino, McKay opta por abandonar el humor y, entonces, la película se siente esquizofrénica. No es ni sátira, ni un drama asumido; su propia confusión, confunde. De cualquier forma, pese a la estructura de receta y los vaivenes tonales, Bombshell (la forma en que en los noticieros de habla inglesa se le llama a las noticias más explosivas) es un testimonio atractivo y entretenido sobre la forma en que en Estados Unidos se ha creado artificialmente una realidad alternativa, urdida por un grupo de hombres perversos, manipuladores, misóginos que son, irónicamente (cínicamente) quienes ostentan ser los guardianes de los valores más preciados de una sociedad puritana, conservadora, predominantemente blanca. Sí, la base electoral de Donald Trump quien, pese a que todos los días se le descubran tropelías e incluso se hacen filmes que develan sus modos de hacer política parecidos a los de la mafia, incluyendo actos definitivamente criminales y, particularmente, con las acusaciones de las que él mismo ha sido señalado en cuanto a su acoso y abuso de múltiples mujeres, no solo sigue gobernando el país “más importante del mundo” sino que, es posible, en unos meses resulte reelecto para hacerlo por cuatro años más; y sí, con el apoyo determinante y decidido de Fox News y Rupert Murdoch (el personaje de la mujer que aparece haciendo campaña en favor de Ailes dentro de la televisora, en la película, hoy en día es novia de Trump Jr.). El populismo y la demagogia triunfan allá, acá y en muchas otras partes del mundo; pasando por encima, si es necesario, de los derechos de las mujeres o, en el mejor de los casos, ignorándolos.
AFD (@SirPon)
Fecha de estreno en México: 31 de enero 2020