Después del apocalipsis zombi, sólo quedan dos ciudades en pie -Jena y Weimar en Alemania-. Convenientemente, están separadas por sólo 20 kilómetros de distancia, conectadas por un tren automatizado y capaces de funcionar como una estación de investigación y un puesto militar, respectivamente. Luego de un sangriento ataque a Weimar, la impetuosa y enérgica Eva (Maja Lehrer) y la tímida y traumatizada Vivi (Gro Swantje Kohlhof), toman el tren para escapar a Jena. Cuando el tren se descompone, deciden caminar el resto del trayecto, arriesgándose a explorar el campo abierto y siendo conscientes que en cualquier momento serán perseguidas por hordas de muertos vivientes.
Las películas de zombis son comunes en el género de terror, por lo que es un desafío aportar algo diferente a la típica narrativa. En El fin de los tiempos (Endzeit, 2018) - adaptación de la novela gráfica de Olivia Vieweg, dirigida por Carolina Hellsgård- tenemos, además de zombis en un entorno natural, dos mujeres protagonistas que son opuestas completamente, pero comparten el deseo de escapar del brote que las acecha. Lanzadas juntas por casualidad viajan a la siguiente ciudad donde se rumorea que existe una cura y, en el peligroso camino, descubren lecciones sobre lealtad y arrepentimiento, así como una serie de reflexiones en torno al cuidado de la naturaleza. El guion de Vieweg sigue de cerca la novela gráfica, pero lo más destacado es lo bien que Kohlhof y Lehrer representan a Vivi y Eva. Ambos personajes sufren el trauma del brote, pero lo expresan de manera muy diferente. El desarrollo de sus personajes es lento, pero contundente y preciso, y Kohlhof y Lehrer brillan con representaciones sorprendentemente realistas en una película llena de momentos fantásticos en una situación sombría. Escenas que incluyen las visiones de Vivi de su hermana desaparecida y el follaje que brota de algunas de las personas infectadas le da a la película un ángulo de fantasía, suavizando el horror. Los exuberantes paisajes de la hermosa campiña alemana son capturados por la cinefotógrafa Leah Striker de una manera etérea y contemplativa, haciendo referencia a la pintura de paisaje, para desmarcarse de la típica atmósfera gris de los relatos zombis. Esto permite que la película también transmita su mensaje ambiental.
Fecha de estreno en México: 24 de mayo, 2019.
Consulta horarios en: Cinépolis