Además de ser un exitoso arquitecto, Evan (Keanu Reeves) es un esposo cariñoso y un padre responsable. Durante un fin de semana, mientras su familia decide ir a la playa para pasar unas breves vacaciones, él se ve obligado a quedarse en casa para terminar un proyecto laboral. En la noche, durante una intensa lluvia, las jóvenes Genesis (Lorenza Izzo) y Bel (Ana de Armas) llaman a su puerta para pedirle a Evan que les permita utilizar su teléfono pues se encuentran perdidas en medio de la lluvia. Evan amablemente ayuda a las mujeres, pero muy pronto es seducido; lo que parece una simple aventura sexual se convierte en un perverso juego donde el hombre es sometido a una devastadora tortura psicológica.
Inspirado por el aspecto visual del cine exploitation y las temáticas socialmente escandalosas como el comportamiento sexual del ser humano, la violencia y el erotismo, Eli Roth –con sus dos primeros largometrajes, Cabin Fever (2002) y Hostel (2005)– comenzó a construirse una reputación como la gran promesa del nuevo cine de terror estadounidense asociado a la vertiente del gore. Cuando nos aproximamos a un nuevo proyecto de este director sabemos que nos ofrecerá algo sombrío y retorcido; lo que resulta sorprendente en El lado oscuro del deseo (Knock Knock, 2015) es que la perversidad y sadismo no provienen de sus trucos habituales. No hay mayores derramamientos de sangre, con excepción de un terrible incidente que implica el uso de un tenedor, sino que se trata de un vertiginoso compendio de torturas psicológicas a las que es sometido un hombre bondadoso y amable, cuyo fatal error fue engancharse en el juego de dos atractivas mujeres. Roth, como exponente de la llamada ‘tortura porno’, opta por las sutilezas y restricciones. Lo que inicia siendo una especie de remake del brutal filme de horror, Death Game (Peter Traynor, 1977), recibe un giro radical para, retomando elementos de Funny Games (Michael Haneke, 1997), convertirse en una rígida moraleja en el tono de Hard Candy (David Slade, 2005). La primera mitad del filme resalta por la adecuada conducción del relato, donde las dos mujeres fatales deslumbran con su belleza, sensualidad e inhibición y gradualmente revelan sus oscuras intenciones. Por momentos, podría pensarse que al inicio se trata de una postura misógina con una cámara lasciva que se deposita sobre las jóvenes y que parece estar animando al protagonista a involucrarse con ellas. No obstante, una vez que se han establecido los roles de juego, el guión subvierte ese tono para orillar a su personaje y darse cuenta de lo bajo que ha caído. En última instancia, el filme es un intento de Roth por subvertir nuestras expectativas sobre lo que esperaríamos de él.
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Fecha de estreno en México: 10 de septiembre, 2015.