El patio de mi casa (2015) es un filme íntimo y cercano que Carlos Hagerman (Vuelve a la vida, 2010) hace sobre sus padres. El realizador mexicano sigue a Oscar y Doris, una pareja que lleva más de 40 años viviendo y trabajando juntos. Ambos han dedicado sus vidas a proyectos que buscan el bienestar de las comunidades rurales del país. Él, arquitecto de profesión e influenciado por la obra del finlandés, Alvar Aalto, desarrolla proyectos de arquitectura rural donde el paisaje se integra al edificio; ella, una entusiasta educadora, imparte pláticas, talleres y clases a alumnos y profesores, además de formar el Centro Educacional Tanesque. Ahora, el único gran obstáculo que enfrentan es la vejez que los coloca en el umbral de un inminente retiro y con las escasas posibilidades de seguir llevando a cabo lo que más disfrutan. Sin embargo, sus esfuerzos tienen repercusiones; Enedino e Isabel, dos profesionistas indígenas de la Sierra de Puebla, toman el relevo de sus mentores para continuar con los proyectos de arquitectura y educación, respectivamente, en las comunidades más necesitadas.
El tema de la familia al interior de un espacio rural había sido explorado por Hagerman en Los que se quedan (2008); el director se inmiscuyó en círculos ajenos para narrar las historias de los familiares que permanecen en sus pueblos mientras algún padre, esposo, hermano o hijo se marcha hacia el norte del país. También lo hizo en Vuelve a la vida, analizando a una familia mediante las historias que cuentan sobre la figura central, un peculiar patriarca. Sin embargo, en su más reciente documental, Hagerman deja de ser un “extranjero” que se aproxima al otro; ahora, desarrolla una obra mucho más personal al voltear a ver a sus padres. El filme es un retrato honesto y cariñoso sobre la familia, donde se hace evidente –mediante las pláticas y conversaciones del hijo con los papás– el respeto y la mutua confianza que existe entre el realizador y los protagonistas del documental. El patio de mi casa es el homenaje, dedicado en vida, a una pareja que conoce el significado del compromiso social. El filme (que también contó con la colaboración del cinefotógrafo, Lorenzo Hagerman, y que se nutre del material de archivo grabado por los abuelos de Carlos) no sólo sirve como testimonio de una familia específica, sino que es una obra que examina los procesos de la enseñanza, indaga sobre los saberes compartidos, analiza las funciones de la arquitectura y el vínculo con el entorno, y exhibe dinámicas que a nadie le resultarán ajenas al percibir, también, el miedo que hay al pensar en la pérdida del padre y la madre.
Fecha de estreno en México: marzo 31, 2016.