En julio de 1982, la joven de 14 años llamada Kalinka (Emma Besson), en compañía de su hermano Pierre (Antoine Milhaud), de 12 años, viajan de Francia a Alemania para pasar sus vacaciones de verano con su madre francesa (Marie-Josée Croze) y su padrastro alemán, el doctor Dieter Krombach (Sebastian Koch). A los pocos días, Kalinka es encontrada muerta en su habitación. Aunque muchos las dejaron pasar, había circunstancias perturbadoras en torno al fallecimiento de la joven, y el único que está dispuesto en conocer la verdad es el padre de Kalinka, André (Daniel Auteuil), quien emprende una intensa búsqueda y batalla legal para encontrar al responsable y hacerlo pagar ante la justicia.
A veces la realidad supera las más intrincadas tramas urdidas por los guionistas profesionales. Pero también es cierto que la frase “basado en una historia real” no garantiza su calidad ni su validez. De hecho, este epígrafe –al colocarse constantemente en los carteles y material promocional– es un mero truco publicitario, un escudo de armas preparado para seducir al público. Pero En el nombre de mi hija (Au nom de ma fille, 2016), dirigido por Vincent Garenq, es una de las pocas excepciones que retoma un espeluznante caso de la vida real y, aunque lo advierte, no se jacta de ello. Basado en el verdadero caso de Kalinka Bamberski, En el nombre de mi hija (Au nom de ma fille, 2016), dirigido por Vincent Garenq, es un elegante drama que explora la búsqueda de justicia de un padre ante las frustraciones de las fronteras internacionales y los desafíos que implican los sistemas jurídicos francés y alemán. El director construye la narrativa a partir de varios marcos temporales que comienzan a mediados de los años setenta y abarcan hasta 2011. Cuando el drama familiar amenaza con estallar, Garenq le da un audaz giro para, alrededor de la muerte de Kalinka, transitar al thriller y construir una historia de perseverancia, soledad y determinación obsesiva. André emprende una intensa búsqueda para llevar al culpable del crimen (cometido en Alemania) ante la justicia (francesa). El odio del padre contra el responsable se siente fuerte y auténtico; el sentimiento de amargura se acumula conforme avanzan los años, pero no sólo el tiempo es responsable de ello, sino también las trabas y complejidades de este tipo de casos judiciales. El punto de vista elegido por Garenq es una crónica de hechos reales, guiados por el rigor y, en la medida de lo posible, libre de sentimentalismo alguno. La única libertad narrativa que el director toma es dar forma a la historia con escenas retrospectivas que se inician desde el momento en el padre se atreve a romper la ley, por el bien de su hija y su sed de justicia. Detallado y plausible, En el nombre de mi hija, es víctima precisamente de ello, de poseer un espíritu similar al de una crónica o un puntual reportaje de crimen que, por momentos, hacen que el director descuide a los sentimientos y las motivaciones de los personajes, quienes viven supeditados a la rigidez de los acontecimientos.
Fecha de estreno en México: 25 de agosto, 2017.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex, Cineteca Nacional