Dos sargentos estadounidenses –Allen Isaac (Aaron Taylor-Johnson) y Shane Matthews (John Cena)– son enviados a una zona desértica de Iraq para realizar labores de vigilancia. Hace calor, ambos tienen sed y hambre, y no se han registrado movimientos en casi 23 horas de trabajo. Isaac mantiene su enfoque en las ruinas de un muro, que es presumiblemente el escudo que utilizó el francotirador que mató a un puñado de trabajadores y contratistas que trabajaban en los oleoductos de la zona. Harto de la situación, Matthews abandona su zona para explorar la escena de los crímenes, y justo en ese momento una bala lo golpea. Cuando Isaac intenta salvar a su compañero, también es atacado; huye y decide esconderse detrás del muro. Desde ahí, comienza una lucha contra el tiempo para descubrir dónde se encuentra el francotirador iraquí.
Una de las primeras guerras del siglo XXI fue la denominada Operación Libertad Iraquí, en la que Estados Unidos envió tropas al territorio de aquel país del suroeste asiático. De acuerdo con las declaraciones del expresidente George W. Bush y otras autoridades, la segunda guerra del Golfo terminó oficialmente en 2007, pero aquel fue el año más violento de toda la ocupación, al menos así lo evidencian las cifras de los soldados caídos en combate. Una década después, el director Doug Liman (The Bourne Identity, 2002; Fair Game, 2010) y el guionista Dwain Worrell (Iron Fist, 2017) optan por confeccionar un íntimo thriller bélico que se centra en la cacería de un enigmático francotirador iraquí y un sargento de las fuerzas armadas estadounidenses. Con Edge of Tomorrow (2014), Liman puso en práctica su enfoque de una cinematografía sólida y rigurosa que no sucumbe al tiempo muerto, por lo que su puesta en escena implicaba una verdadera lucha entre los protagonistas y el concepto del tiempo. Esta temporalidad es especialmente importante en En la mira del francotirador (The Wall, 2017), debido a que es el factor clave que deambula entre las dos fuerzas opuestas en el campo de batalla. La virilidad del soldado americano es rápidamente reemplazada por una sensación de miedo y negación de la muerte, que muestra hasta qué punto el hombre, a diferencia de las mujeres, construye códigos de conducta bastante artificiales basados en la fuerza. Taylor-Johnson ofrece una sólida actuación plagada de matices; cuando se aplica el torniquete en su grave herida en la rodilla, Isaac grita y se estremece con el horror quirúrgico sobre el terreno desértico y polvoriento. Al calcular la trayectoria y el alcance del francotirador, piensa como un hombre del ejército; y al conversar con su enemigo, aborda el destino con desesperación, humildad y agotamiento. Liman construye el peligro y la tensión a partir de recursos mínimos; una locación abierta, tres actores, sus interacciones a través de radio comunicadores, los silencios y la terrible posibilidad de morir desangrado en soledad. La arena y el calor son enemigos incontrolables, elementos narrativos bien elegidos para mostrar la irreconciliable relación entre el ser y la naturaleza, entre la vida y la nada.
Fecha de estreno en México: 20 de julio, 2017.