Abril (Ilythia Manzanilla) es una joven periodista que escribe una columna en la que asume el rol de consejera sentimental. Está comprometida con Fernando (Arap Bethke), el arrogante director de la revista en la que trabaja, pero, ya con planes de boda de por medio, conoce casualmente a un escritor llamado Leo (Cristian de la Fuente), y entre los dos se produce un flechazo casi inmediato que los impulsa a volver a verse. Cuando Fernando se entera de que Leo está cortejando a Abril, trama un plan para boicotear una de sus citas, impidiendo que ella acuda. Tras ese plantón involuntario dejan de tener contacto por un tiempo, hasta que el destino los lleva a reencontrarse en una cafetería y Leo se propone hacer hasta lo imposible por conquistar el amor de Abril antes de que sea demasiado tarde y se case con Fernando, emprendiendo así un camino que no será nada fácil y que estará plagado de equívocos y malentendidos.
La propuesta de comedia romántica que presenta el director José Núñez con Enamorándome de Abril, se basa en una de las premisas básicas del género: enfocar con humor las dificultades y vicisitudes por las que atraviesa una pareja para concretar su amor. Para ello, elige a un par de personajes a los que pretende imbuir de cierto aire intelectual, con el fin de otorgarles un toque de originalidad respecto a los estereotipos más comunes en las historias de amor de este tipo. Tanto Leo como Abril escriben. Comparten también el hábito de la lectura y son capaces de citar frases de autores consagrados. Incluso el perro de Leo se llama Rulfo. Y sin embargo, conforme avanza el filme, esa impronta de cultura se va revelando como una superficial capa de maquillaje bajo la cual no hay más que un cúmulo de lugares comunes, de convenciones planas y simplistas propias del modelo narrativo más trillado en torno a la temática amorosa: las telenovelas. Como ocurre invariablemente en esta clase de melodramas, el galán de nobles sentimientos está predestinado para conquistar a la mujer de sus sueños y mostrarle la verdadera felicidad, pese a los intentos de un antagonista mezquino y aborrecible por separarlos. Lo de menos es explorar las motivaciones psicológicas de los personajes, ni entrar en complejidades respecto a posibles matices emocionales, pues las situaciones se van encadenando de acuerdo a una trama prefabricada desde el primer minuto. De ahí que esta historia arrastre de principio a fin el desafortunado lastre de la artificialidad, que alcanza uno de sus puntos más altos en la secuencia en la que Leo consigue preparar una cena digna del chef más talentoso sin tener las nociones más básicas de cómo freír un huevo. Tal y como ocurre con la mayoría de melodramas televisivos de fácil consumo, Enamorándome de Abril incurre además, de manera flagrante, en el menosprecio de la inteligencia del espectador, al que considera que hay que explicarle todo, desde los pensamientos y sentimientos de los personajes hasta la nacionalidad de Dostoievski. No en vano este filme debe estar entre los que han hecho un mayor (ab)uso de la voz en off, siempre disponible para facilitarle al espectador una historia bien digerida.
Fecha de estreno en México: 6 de noviembre 2015.