8 consejos de Bill Plympton para animadores independientes
Cheatin’ (Engañando, 2013), el más reciente largometraje de Bill Plympton, es una peculiar historia de amor. Jake y Ella, luego de un accidente, se convierten en una pareja sumamente amorosa formando un vínculo aparentemente inquebrantable. No obstante, la aparición de la “otra” desprende celos y complicaciones en la pareja. Las luchas y discusiones entre Jake y Ella se presentan sin diálogos, pero sí con un pertinente uso de la banda sonora compuesta por Nicole Renaud. Cheatin recurre a varios elementos mágicos para mantener la atención de la audiencia no especializada en el arte del caricaturista y darle un ritmo trepidante al relato. El filme posee un jugueteo energético menos dependiente de acciones grotescas, que habitualmente se encuentran en los anteriores trabajos de Plympton, y mantiene el vertiginoso imaginativo visual del autor; aquel estilo que se basa en los dibujos a lápiz delineados con un aparente pulso, así como la abundancia de tonos pastel que resultan placenteros para la vista. En un momento donde los filmes animados se han convertido en sinónimo de gran presupuesto, 3D e imágenes generadas por computadora (CGI), resulta refrescante que Plympton sea un terco y fiel a su burbuja independiente creando proyectos personales que tienen como columna vertebral la elaboración de dibujos a mano. Aunque los personajes pierden y recuperan su mutua pasión, Plympton llena la pantalla con imágenes extravagantes y seductoras que han caracterizado sus películas desde que recibió su primera nominación al Oscar por el cortometraje Your Face (1987). La obra de Plympton es un buen recordatorio de que el terreno de la animación es demasiado holgado como para limitarse a una sola técnica o herramienta tecnológica para crearlo.
LFG (@luisfer_crimi)
Fecha de estreno en México: 3 de abril, 2015.