Lee aquí nuestra entrevista con Rodrigo Sorogoyen
Él (Javier Pereira) y ella (Aura Garrido) se ven en una fiesta. Él queda prendado. La busca. La seduce. Ella se hace del rogar. Él la persigue por las calles de Madrid. La cela. La hace reír. Poco a poco, ella comienza a abrirse. Parece una historia contemporánea de enamoramiento. Dos jóvenes, prácticamente desconocidos, suben por la madrugada a un piso a ver qué pasa. ¿Y, qué pasa? La narrativa se retuerce para exponer preguntas básicas, que no siempre se postulan, al iniciar un idilio. Él y ella parecen compartir los mismos deseos y, en ocasiones, parecen habitar mundos opuestos.
Este díptico del madrileño, Rodrigo Sorogoyen, independiente, financiado con fondos provenientes del crowdfunding, filmada en solo 13 días, muestra dos caras opuestas del amor: el apasionante y seductor cortejo, que se gesta bajo la sombra nocturna, bajo la manipulación de las luces artificiales, en el que, como dictaban las reglas del amor cortés, el hombre persigue como esclavo a la damisela, y el desengaño diurno. Y no es que la luz del sol exponga, ahora sí, qué hay detrás de las máscaras que se usan durante el juego de la seducción, si no que deja ver que es probable que nunca conoceremos las verdaderas intenciones de cada uno, porque quizá su condición sea la de la confusión –acomodaticia, entre los cínicos; victimizante, entre los más vulnerables.
SOR (@SofOchoa)
Fecha de estreno en México: junio 5, 2015.