Las crisis económicas de años recientes afectan a todos, incluyendo a Zenotec, una empresa de tecnología propiedad de Clay (T.J.Miller), un jefe que está mucho más preocupado porque sus empleados se diviertan y se la pasen bien al interior de la oficina en lugar de darle seguimiento a nuevos e innovadores proyectos que le permitan competir con otras fuertes compañías. Clay heredó la empresa de su difunto padre, pero su hermana Carol (Jennifer Aniston), una mujer amargada que trabaja como la CEO interina, decide cancelar la fiesta de Navidad, recortar los bonos de los empleados y despedir al 40% del personal. Con la ayuda de su mejor amigo y director de tecnología llamado Josh (Jason Bateman) y la talentosa programadora Tracey (Olivia Munn), Clay cree que puede convencer a Walter Davis (Courtney B. Vance), un potencial inversor para salvar su compañía. Su plan consiste en organizar la mejor de todas las fiestas de Navidad que se haya hecho al interior de una oficina.
Con sus explícitas referencias al consumo de drogas, a la práctica del sexo desinhibido, a la prostitución, al consumo de alcohol desenfrenado y uno que otro cruel chiste contra los niños y contra el significado de la Navidad, Fiesta de Navidad en la oficina (Office Christmas Party, 2016) hace alarde de ser un filme transgresor, pero es tan tímido, moderado y previsible que cualquier otra comedia de situación proveniente de la televisión estadounidense. En un principio, el guión muestra de manera irreverente las dinámicas al interior de una oficina, pero después se vuelve perezoso y, aunque se trate de una comedia ligera y complaciente, los escritores no se esfuerzan por ofrecer profundidad psicológica en sus personajes y mucho menos construyen memorables momentos de diversión. La capacidad histriónica y la experiencia en el terreno de la comedia de la mayoría de los actores permiten que el barco se mantenga apenas a flote durante la primera mitad, pero una vez que los directores Josh Gordon y Will Speck introducen una serie de absurdas persecuciones y torpes secuencias de acción, Fiesta de Navidad en la oficina se hunde por completo. Los personajes caen en problemas –en teoría serios y peligrosos–, pero siempre reciben, sin congruencia ni explicaciones, los recursos necesarios para salir adelante desembocando en resoluciones vergonzosas y ridículas. Al final, los directores –en una decisión poco osada y temeraria– buscan transmitir una sensación de orden y calma que contrasta con el caos y el deseo permanente de fiesta de los personajes.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex
Fecha de estreno en México: 9 de diciembre, 2016.