Gabrielle, sin miedo a vivir, de la franco canadiense, Louise Archambault, es una comedia romántica clásica, dulce, que además de postrar sonrisas en los espectadores, permite que se admire –al menos desde México– las posibilidades y libertades que personas con discapacidad intelectual tienen en Québec. Además, la música (alegre y con sustancia social), es su columna vertebral, pues los dos protagonistas, ambos con discapacidad intelectual, Gabrielle (quien tanto en la realidad como en la película tiene el síndrome Williams, Gabrielle Marion-Rivard) y Martin (Alexandre Landry) se enamoran en un coro que se prepara para un gran concierto en el que acompañarán al famoso cantante quebequense (también real), Robert Charlebois. La relación de estos dos talentosos cantantes está marcada por el dilema al que se enfrentan sus madres sobre el respeto a su libertad –en específico, a su libertad para tener relaciones sexuales–, frente a la aprehensión derivada de su necesidad de protegerlos. Gabrielle tiene que lidiar y encontrar resolución a su desventaja intelectual y a su amor.
SOR (@SofOchoa)
Minicrítica realizada durante el 29 Festival Internacional de Cine de Guadalajara.
Fecha de estreno en México: 9 de octubre
Consulta los horarios en: Cinépolis, Cinemex
Ve esta secuencia de la película en la que ensayan "Ordinaire", canción original de Robert Charlebois, quien aparece cantando y tocando el piano.