En los tiempos de la Guerra Fría, la Unión Soviética diseñó un ambicioso programa de experimentación genética, llamado Patriot, para otorgarle una serie de poderes y fortalezas a cuatro seres humanos. La Cortina de Hierro ha caído y los sujetos se ven obligados a esconderse en sitios aislados. Años más tarde, uno de los miembros fundadores de Patriot, Avgust Kuratov (Stanislav Shirin), aparece en escena y utiliza sus habilidades para secuestrar una serie de máquinas y robots paramilitares que los emplea para instaurar un atmósfera de terror y peligro. La mayor Elena Larina (Valeriya Shkirando), responsable de las fuerzas armadas rusas, tiene la tarea de reunir a aquellos cuatro individuos –Ler (Sebastien Sisak), un monje con la capacidad de controlar las montañas; Arsus(Anton Pampushnyy), un hombre que puede transformarse en oso; Khan (Sanjar Madi), un experto en artes marciales con la habilidad de teletransportarse; y Kseniya (Alina Lanina), una mujer invisible que puede caminar sobre el agua– para hacer frente a la amenaza de Kuratov.
En el mercado saturado de películas de superhéroes se hace cada vez más difícil proponer tramas creativas y persecuciones visualmente ingeniosas, sobre todo porque los cánones de los universos cinematográficos controlados por los grandes estudios hacen más difícil que los cineastas experimenten e innoven dentro de estos arcos narrativos. Una película que hace un loable esfuerzo por superar estas estructuras repetitivas es Guardianes (Zashchitniki, 2017), una película de superhéroes claramente rusa que retrata una historia de origen con elementos originales y rasgos pertenecientes a la cultura de aquel país europeo. Lamentablemente, estas intenciones sólo le alcanzan a su director, Sarik Andreasyan (The Earthquake, 2016), para confeccionar un notable planteamiento de sus superhéroes, quienes, en el momento de ejecutar sus misiones, se convierten en meros pretextos para generar interminables y aletargadas secuencias de acción (con atractivos efectos visuales, pero una edición desorganizada y un exacerbado uso del sonido), olvidándose de los traumas y temores de los personajes al saber que son el resultado de una serie de perversos experimentos genéticos.
Fecha de estreno en México: 1 de septiembre, 2017.