Lee aquí nuestra Reseña de Había una vez en Hollywood
El noveno largometraje de Tarantino es la primera película en la que el director se sumerge directamente en el alma intensa, ajetreada y brillante -pero también oscura- del sistema de Hollywood. No es que en sus películas anteriores el tema de la industria cinematográfica -o del lugar donde “los sueños se cumplen”- no haya sido tratado, pero esta es la primera vez que Tarantino realiza un reconocimiento sistemático. Lo hace a su manera; situando el relato en un año clave para la historia estadounidense: ese 1969 en el que el movimiento hippie perdió su inocencia, se ahogó en la sangre de Sharon Tate y en su cuerpo torturado, pero también el año en que el éxito de una película como Easy Rider (Dir. Dennis Hopper) evidenció que el Nuevo Hollywood no era una broma de un hippie con una cámara; de hecho, había una nueva generación de cineastas listos para dar su opinión, dispuestos a desafiar los dictados del sistema. Justo en la conjunción de estos dos mundos se encuentra Rick Dalton (Leonardo DiCaprio), un reconocido y admirado actor que se enfrenta a una crisis profesional debido a que, sin ser tan veterano, el ocaso de su carrera está cada vez más cerca. Es la perspectiva de la obsolescencia -la misma que sintió el actor Hector Mann en El libro de las ilusiones de Paul Auster- lo que le genera angustia, y únicamente tiene a Cliff Booth (Brad Pitt) como el amigo que lo escucha para desahogarse y lo ayuda en tareas de chofer, llevándolo de un lado a otro de la ciudad y cuidando su casa en Cielo Drive, justo al lado de los nuevos vecinos: el talentoso cineasta Roman Polanski (Rafal Zawierucha) y la carismática y hermosa actriz Sharon Tate (Margot Robbie). En un esfuerzo por mantenerse activo y seguir trabajando para alcanzar un segundo aire, Rick se reúne con el productor Marvin Schwarz (Al Pacino), quien le hace una oferta para protagonizar ‘spaghetti westerns’ en Italia y así ayudarlo a revivir su carrera. Paralelamente, Sharon comienza a sentir la magia de Los Ángeles, deleitándose con las fiestas de celebridades, asistiendo al cine para apreciar las risas del público cuando la ven protagonizando The Wrecking Crew (1968) y permaneciendo rodeada de amigos cercanos, incluido su exnovio Jay Sebring (Emile Hirsch). Por su parte, Cliff, el actor doble de acción de Rick, tiene dificultades para encontrar trabajo en alguna producción y por lo tanto permanece al margen de la industria, siente curiosidad cuando conoce a Pussycat (Margaret Qualley), una hippie que lo lleva al Spahn Ranch, un extenso terreno, que antes funcionó como estudio de filmación de películas westerns, ahora habitado por las seguidoras de Charles Manson (Damon Herriman).
Fecha de estreno en México: 23 de agosto, 2019.