Después de muchos años, tres amigos treintañeros –Raúl (Mauricio Ochmann), Eduardo (Humberto Busto) y Santiago (Alfonso Dosal)– continúan reuniéndose, ya sea para jugar futbol y videojuegos los fines de semana o para tomar una cerveza en el bar y platicar sobre diversos temas. En una de esas charlas, Santiago –quien está comprometido con Nati (Aislinn Derbez), la hermana de Raúl– les confiesa que tuvo un encuentro muy placentero con otro hombre. Mientras Eduardo se siente orgulloso de que su amigo ha aceptado abiertamente sus preferencias, Raúl está furioso y decepcionado, no por la infidelidad cometida contra su hermana, sino por el repudio que siente hacia los homosexuales. Con su mentalidad de macho –cerrada e intolerante–, Raúl planea una serie de eventos –desde la contratación de escorts hasta las visitas a una clínica que “cura” la homosexualidad– para que Santiago vuelva a fijarse en las mujeres y así recuperar a su amigo, aquel al que creía conocer muy bien.
Hazlo como hombre (2017), dirigida por el cineasta chileno, Nicolás López (Que pena tu vida, 2010), es una comedia de enredos que busca exaltar el valor de la amistad mediante situaciones que oscilan entre lo ridículo y lo mezquino. Recurriendo a chistes de corte escatológico y sexual, en los que la práctica del sexo anal es el tema primordial, el guion se basa en la constante presencia de dos personajes que son dibujados como caricaturas desorbitadas: Raúl, el macho alfa que considera que la hombría es sinónimo de superioridad, y Nati, la mujer histérica incapaz de superar una ruptura amorosa. En medio de ellos oscilan Santiago (personaje que rompe con el estereotipo del homosexual amanerado) y Eduardo (quien muestra un alto grado de sensibilidad y empatía con sus amigos); por desgracia estos últimos dos no tienen tanto tiempo y espacio en pantalla como el primer par. Si bien es cierto que el filme no aplaude las actitudes retrógradas y machistas del protagonista; el descenso a los infiernos y la expiación de sus culpas son trazadas de manera superficial, y el camino para redimirse se vuelve predecible. El filme podría sólo aspirar a ser entretenimiento vacuo y pueril, pero en sus ambiciones de ser una oda a la tolerancia, el teatrito se les cae cuando Raúl y Santiago, en una de las secuencias finales, se burlan de la discapacidad física de uno de sus compañeros de equipo, evidenciando que ni siquiera los realizadores han comprendido que esas son las “sutilezas” con las que los medios audiovisuales han construido discursos discriminatorios. ¿Acaso la única manera de evidenciar la reconciliación entre los amigos era mostrando el placer que comparten al momento de burlarse de otro?
Fecha de estreno en México: 10 de agosto, 2017.