Saul (Sladen Peltier) es un canadiense de las Naciones Originarias que se ve obligado a soportar el racismo vicioso y el maltrato institucional desde la infancia hasta la edad adulta. En un intento desesperado por evitar las Escuelas Residenciales, el pequeño Saul -en compañía de sus padres, su abuela y su hermano mayor- viaja a un lugar recóndito donde los hombres blancos no puedan encontrarlos. Sin embargo, la inevitable tragedia golpea a la familia de Saul en forma de enfermedades, muerte y pobreza, y el niño es internado en la escuela residencial St. James. Asfixiado por los maltratos que ahí recibe, Saul descubre el hockey gracias al padre Gaston (Daario Naharis), un sacerdote que es más amigable y menos rígido que los demás. Saul practica en secreto cada mañana y, a través del deporte, encuentra refugio y esperanza. Los regalos de hockey de Saul lo llevan a ser adoptado por Fred Kelly (Michael Lawrenchuk), gerente de Moose, un equipo de jugadores nativos de hockey. Un Saul mayor (ahora interpretado por Forest Goodluck) desarrolla sus habilidades y su equipo juega contra varios equipos de blancos, donde, como se esperaba, el racismo sigue siendo un obstáculo.
El director Stephen Campanelli da vida a la novela de Richard Wagamese para confeccionar Indian Horse: Un espíritu indomable (2017), una historia que combina uno de los deportes y expresiones culturales más prominentes de Canadá -el hockey-, y uno de los secretos más oscuros y vergonzosos de aquella nación -las escuelas residenciales-. Las llamadas escuelas residenciales en América del Norte trabajaron para adoctrinar jóvenes nativos en un estilo de vida excesivamente religioso y decididamente blanco. Perdieron sus nombres, su idioma, su agencia, y si intentar borrar su cultura y su patrimonio no fuera suficiente, se estima que miles de jóvenes nativos murieron mientras estaban encarcelados en esas escuelas de un sistema que duró más de 200 años, terminando formalmente en 1996. Indian Horse se reserva poco, mostrando el tratamiento abominable de los niños en la escuela. Pero a lo largo del relato, el guionista Dennis Foon tropieza al describir el sufrimiento de Saul y el abuso que presencia. La escritura crea escenas que mecánicamente pretende apretujar el corazón de la audiencia para producir lágrimas, infundiendo una sensibilidad un tanto manipuladora. No obstante, en sus mejores momentos, la lente de Yves Bélanger (Brooklyn, 2015) fomenta la perspectiva de los niños, que parecen sentir que la muerte podría ser su consuelo. El abuso y el trauma pueden ser enmascarados, pero persisten y siguen a las familias a través de generaciones, de ahí que Campanelli comprende la importancia de escuchar sus historias que han sido enterradas.
Fecha de estreno en México: 27 de junio, 2019.