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Interestelar: Un western que se extiende en el tiempo hasta morir

Lee aquí nuestra reseña de Interestelar

En 1985 Carl Sagan escribió su famosa novela Contacto -que doce años después sería adaptada al cine por Robert Zemeckis-, incorporando los estudios del físico estadounidense Kip Thorne sobre los agujeros de gusano. Esta vez es Christopher Nolan (The Dark Knight, 2008; Inception, 2010) quien escribe y dirige una nueva épica espacial inspirada en los estudios de Thorne, y lo hace de una manera ostentosa. Para lograrlo, ha vuelto a trabajar con varios de sus colaboradores recurrentes: su hermano Jonathan en el guión, su esposa Emma Thomas en la producción, Hans Zimmer en la música, y Michael Caine y Anne Hathaway en el reparto, entre otros. Esta vez hay integrantes nuevos e importantes en su equipo, como Matthew McConaughey en el papel estelar y, no menos importante, el holandés Hoyte van Hoytema (Déjame entrar, 2007; Her, 2013) en la fotografía.

Interstellar es un tributo a la grandiosa película de Stanley Kubrick, 2001: A Space Odyssey (1968), y al mismo tiempo un relato íntimo de Nolan sobre las relaciones humanas. Ambientada en un futuro cercano en donde la humanidad está por enfrentarse a su final, un ingeniero llamado Cooper (McConaughey) emprende un viaje espacial a otro sistema para encontrar un planeta en donde la humanidad pueda sobrevivir. La película es un drama que, una vez comenzado el viaje interestelar, se ve opacado por los paisajes de hoyos negros, planetas congelados y naves a la deriva. Al mismo tiempo, es sin duda la obra más ambiciosa de Nolan hasta el momento, una historia épica en donde ha perfeccionado su estética visual, sacrificando la complejidad de sus personajes.

ESR (@RikyTravolta)

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Interestelar contribuye a un acontecimiento científico