Jacques (Vincent Lindon), un periodista francés, es asignado como reportero de guerra para cubrir la difícil situación en Siria. Luego de que uno de sus colegas y amigos muere durante un ataque, el hombre decide regresar a casa y comenzar una lucha interna por recuperarse física y psicológicamente del trágico evento. Un día recibe una extraña llamada telefónica que lo invita a asistir al Vaticano. Se le pedirá que forme parte de una comisión encargada de llevar a cabo una investigación canónica, con el objetivo de averiguar algunas de las presuntas apariciones de la Virgen María a una adolescente llamada Anna (Galatéa Bellugi) que vive en una aldea en el sureste de Francia. Perplejo, pero, al mismo tiempo, intrigado, Jacques se traslada al lugar, entrando en contacto con una realidad que él desconoce, y siendo testigo de cómo miles de peregrinos visitan el lugar de la aparición. Investigando para tratar de entender cuánta verdad puede haber en los eventos y evaluar el estado mental y psicológico de la joven, el periodista -bastante escéptico sobre la veracidad de los hechos- logra establecer contacto con Anna, aunque mantener un diálogo no será tarea fácil. El hombre descubre algunos aspectos ambiguos y poco claros del pasado de la joven que, si por un lado lo llevarán a dudar cada vez más sobre las apariciones, por el otro, hundirán a Jacques y Anna en una profunda crisis interior.
La aparición (L'apparition, 2018), la más reciente película del cineasta francés, Xavier Giannoli (Marguerite, 2015), retrata un tema desafiante: el de la relación entre fe y religión. El filme se deriva del deseo de investigar los hechos controvertidos que han caracterizado la historia de la Iglesia durante siglos: es un relato que parte de la investigación religiosa -a partir de la presencia de Jacques, agnóstico, pero sin prejuicios- para entender si las apariciones de la Virgen María son reales o se trata del resultado de una mistificación, y paulatinamente se convierte en un intrigante thriller que, especialmente en la segunda parte, surge de manera dominante, involucrando los traumas y demonios psicológicos de los dos personajes principales para hacer alusión a la lucha entre lo sagrado y lo profano. Una ambivalencia que, como se maneja en la película, genera intriga, confusión y perplejidad. De manera intencional, Giannoli opta por no ofrecer respuestas definitivas a las preguntas formuladas sobre la naturaleza real de los acontecimientos, el misterio y las controversias relacionadas con las curaciones milagrosas. Así como el director se interesa en esta joven vidente que ya ha sido objeto de veneración por parte de peregrinos de medio mundo, Jacques deposita su mirada en el sistema eclesiástico que rodea a Anna y que poco a poco se ve afectado por la intrusión de aquellos que quieren descubrir el origen de un misterio. Esto conduce a otra reflexión, no sólo la relación explícita entre la ciencia y las manifestaciones sobrenaturales, sino la manera en que el ser humano asume la distancia fenomenológica de la trascendencia, ahogándose en un abismo continuo por distinguir la verdad de la ilusión. ¿Las apariciones son reales o son el resultado de visiones de una mente enferma? ¿Son parte de un plan para hacer que el pueblo francés, y Anna, sean una fuente de enriquecimiento comercial y personal? No puede haber respuestas rápidas; la Iglesia misma nunca ha proporcionado respuestas claras y definitivas sobre muchos de los casos de apariciones marianas que han ocurrido. Simplemente algunos, los más famosos, desde Lourdes a Medjugorje, desde Fátima a otros menos conocidos, han sido “autenticados” por el Vaticano. Por otro lado, numerosos escritos, a partir de Falsificaciones de Dios por Joachim Bouflet, que se menciona en la película, desenmascaran, con datos indiscutibles, la impostura que se esconde detrás de muchas de las llamadas “apariciones”. En última instancia, Giannoli únicamente tiene intuiciones respecto al tema: el misterio es tal precisamente porque no se revela completamente. Por definición, para un milagro, sea cual sea nuestra idea al respecto, no tendremos un texto que satisfaga plenamente el deseo del lector-espectador de ver el caso resuelto. Consciente de esta dinámica -simple en su planteamiento, pero extremadamente compleja en sus implicaciones-, el director pospone ese final que tarde o temprano inevitablemente tiene que llegar de una forma u otra. La respuesta final no radica en negar, sino más bien en envolver una situación particular, dejando, como el filósofo Blaise Pascal, suficientes sombras para dudar y suficiente luz para creer.
Fecha de estreno en México: 26 de octubre, 2018.