En los suburbios de Michigan en 1955, Lewis (Owen Vaccaro), de 10 años, acaba de perder a sus padres en un accidente automovilístico y es enviado a vivir con su tío Jonathan (Jack Black). Lewis trata de sentirse cómodo en el hogar gótico de su familiar, que está lleno de todo tipo de escalofríos y sorpresas nocturnas. Dentro de la escuela, Lewis lucha por integrarse a la comunidad estudiantil; se hace amigo de Tarby (Sunny Suljic), y poco a poco descubre que su tío es en realidad un mago que vive en una casa encantada, acompañado por la vecina Florence (Cate Blanchett), una mujer sumamente amable y encantadora que también se dedica a la magia, pero con un doloroso pasado. Cuando decide involucrarse en sus lecciones de magia, Lewis no tiene control de sus poderes, y comienza a interesarse más en el anterior residente de la casa, el enigmático brujo Izard (Kyle MacLachlan), quien, antes de su muerte, dejó una maldición en las paredes.
Tratando de producir una obra espeluznante para que toda la familia asista al comienzo de la temporada de Halloween, Universal Pictures y Amblin Entertainment (de Steven Spielberg) recurren a Eli Roth para entretener a los niños con una adaptación de la novela de John Bellairs de 1973, The House with a Clock in Its Walls. Sin embargo, el director no es conocido por hacer películas de aventuras familiares, ya que la mayor parte de su carrera la ha invertido orquestando torturas extraordinarias para adultos con películas de terror que se centran en el derramamiento de sangre y la agonía, por ejemplo, Hostel (2005), The Green Inferno (2013) y Knock Knock (2015). Por lo tanto, La casa con un reloj en sus paredes plantea un desafío único para el cineasta, que se ve obligado a silenciar sus instintos ‘gore’ jugando tímida y sosamente con material aparentemente espeluznante. Roth evidencia que no está preparado en su totalidad para ello, otorgando un filme desequilibrado a veces arrojando luces, pero casi nunca ofreciendo sombras sobre las complejidades de la orfandad. Es pertinente aclarar que la misión de Roth (acompañado por el guionista Eric Kripke) no es asustar a los espectadores, sino darles la bienvenida a un mundo de magia y misterio en una mansión que cobra vida por la noche. Destaca la mancuerna conformada por Black y Blanchett en acción, y forman un equipo sorprendentemente encantador, mientras que MacLachlan es mostrado de una manera diferente, al ser un villano bajo capas de deterioro corporal. Sin embargo, La casa con un reloj en sus paredes a menudo tropieza cuando se trata de contar subtramas, por ejemplo, la agonía de Florence después de perder a su familia. A menudo es difícil entender lo que la película quiere que su público sienta, ya que se desboca entre los eventos sombríos y las travesuras ligeras, dejando la película a medio camino.
Fecha de estreno en México: 26 de octubre, 2018.