Aaron Hammond (Michael Welch) es un joven abogado que está tratando de hacer todo lo posible para salir de la mala racha en la que se encuentra. Su vida se está desmoronando; no puede obtener un puesto estable y bien remunerado, trabaja en una cafetería y sus cerraduras se han cambiado después de no pagar su renta durante dos meses. Cuando su exnovia, Lisa (Melissa Bolona), llama para informarle de la muerte de su padre, todo termina por derrumbarse. El hombre regresa al pequeño pueblo donde creció para cuidar a su afligida madre, Kate (Lin Shaye), cuya estabilidad emocional está colgando de un hilo. Su antiguo compañero de la escuela secundaria, Derek (Kaiwi Lyman), ahora es el policía más temido y respetado de la comunidad, pero también es el marido abusivo de Lisa. La tensión rodea a Aaron, quien, haciendo un repaso por su vida, comienza a arrepentirse de varias de las decisiones y caminos que eligió. Sin embargo, cuando aparece una misteriosa urna en las posesiones de su padre, los deseos de Aaron comienzan a hacerse realidad con efectos secundarios peligrosos.
La casa de los demonios (The Final Wish, 2018) se inscribe en una larga tradición de relatos pertenecientes a los deseos con consecuencias mortales, historias de advertencia que buscan generar tensión a partir de una moraleja sencilla, pero pertinente: “ten cuidado con lo que anhelas”. Escrito por Jeffrey Reddick y dirigido por Timothy Woodward Jr., el filme despliega una serie de travesuras sobrenaturales confinadas a una pequeña ciudad y sólo a un puñado de víctimas. No hay tantas piezas enormes y elaboradas, pero el resultado es satisfactorio debido a que el horror se construye a fuego lento y, una vez que se revela el misterio de la urna, el relato alcanza un punto de ebullición demente y perturbador, pero sin olvidarse del horror psicológico y las alteraciones emocionales por las que atraviesa el protagonista.
Fecha de estreno en México: 18 de octubre, 2019.