Tras liberar a dos cerdos de una granja, María (voz de Amalia Kassai), temiendo un castigo, decide escapar de una secta religiosa alemana llamada ‘La Colonia’ y refugiarse en una casa abandonada. En este lugar se encuentra con los animales que anteriormente había liberado y los bautiza como Ana y Pedrito. A partir del aislamiento al que se ha impuesto, María decide convivir y humanizar a las dos bestias, sin embargo en una casa que se transforma y modifica debido a los estados de ánimo de la mujer, los cerdos consiguen adquirir forma humana y en una postura maternalista, María se hace cargo de ellos. La casa se modifica y se convierte en un pequeño y acogedor refugio, sin embargo, al otro lado de la puerta de la entrada hay un lobo que ha sido enviado por la secta para convencer a María de que lo mejor es abrir la puerta y dejarlo entrar.
La casa lobo, de Joaquín Cociña y Cristóbal León inicia como un comercial de miel vendida por un grupo de alemanes que viven en algo que ellos llaman ‘La Colonia’. En este aparentemente idílico lugar no sucede nada malo, es una pequeña utopía de la que todos querrían formar parte. Pero en este filme, realizado con diversas técnicas de stopmotion, nada es lo que parece. Todo se modifica todo el tiempo. Los cuerpos, tanto de María como de Ana y Pedrito, van mutando continuamente, haciendo evidente que el filme en su totalidad, está compuesto por numerosas capas narrativas y visuales que buscan mostrar caos y reconstrucción. Basados en la historia de La Colonia Dignidad (en Chile) y su dirigente, Paul Schäfer; el filme habla sobre la alienación y las dificultades que ocurren cuando alguien quiere salir de un sistema preestablecido sin tener la capacidad de eliminar los mecanismos mentales que los hacen estar tan arraigado a ellos.
Fecha de estreno en México: 26 de julio, 2019.
Consulta horarios en: Cineteca Nacional