La versión de David Fincher ( Se7en, 1995; Fight Club, 1999) del best seller de Stieg Larsson, La chica del dragón tatuado, es mucho más sofisticada visualmente que su predecesora sueca, protagonizada por Noomi Rapace (ahora una estrella hollywoodense en Sherlock Holmes: Juego de sombras). La trama es la misma: un periodista (Craig) es contratado por un millonario para desentramar un secreto familiar. A su vez, se hace de una asistente, Lisbeth (Mara), antisocial de inteligencia extraordinaria con un pasado violento que sustenta su odio y violencia contra los hombres.
La elección de Rooney Mara para el papel principal, ahora vista como un acierto, fue polémica por dos lados. Le hizo ruido a los ejecutivos, pues ella era prácticamente una desconocida, y a ella misma, que había sufrido una mala experiencia previa. Fincher le prometió que no sería un títere, sino una socia en la creación del personaje, y aceptó.
SOR(@SofOchoa)