La paleontóloga Kate Lloyd (Winstead) es invitada a una expedición dominada por hombres que va a la Antártica a identificar un hallazgo de lo que parece ser una forma alienígena. El hallazgo resulta ser un monstruo que se propaga como un virus porque puede imitar cualquier tipo de materia orgánica, lo que vuelve a todos los humanos implicados sospechosos de estar habitados por la cosa.
La precuela al clásico de horror dirigido por John Carpenter en 1982, basada en un comentario de la primera película, que afirma que en Noruega un grupo de investigadores descubrió una forma de vida extraterreste, vale la pena en gran medida gracias a su heroína, que se impone por su inteligencia e intuición.
MRG (@Chukunu)