Ambientado en una casa de retiro para personas de la tercera edad en Jerusalén, La fiesta de despedida (Mita Tova, 2014) detalla los esfuerzos de un grupo de ancianos para ayudar a sus seres queridos a morir con dignidad. Yehezkel (Ze'ev Revach), una especie de inventor con problemas cardiacos, se hace pasar por Dios para darle ánimos a una de sus compañeras, la vieja Zelda (Ruth Geller), que cada vez se siente más próxima a la muerte. Un día, Yana (Aliza Rozen) le pide a Yehezkel que le ayude a terminar con la vida de Max (Shmuel Wolf), un enfermo terminal que pide a gritos que lo maten para ya no sufrir en la cama de hospital en la que yace adolorido. A pesar de los problemas legales y los dilemas morales, Yehezkel está convencido de ayudar a su amigo a morir. Para ello reúne a un grupo de cómplices que incluyen a su esposa Levana (Levana Finkelstein), al veterinario Daniel (Ilan Dar) y al exoficial de policía Raffi (Raffi Tabor).
El llanto, las lágrimas, la diversión, las sonrisas, el valor de la amistad y el amor a la vida están presentes a lo largo de un relato que se erige como una irónica, sincera y emotiva tragicomedia. Los directores, Tal Granit y Sharon Maymon, reflejan su hábil mano para ejercer mesura y control en cada una de las situaciones eligiendo los tonos adecuados para inquietar, conmover y estremecer a los espectadores. El equilibrio es el mayor acierto del filme que transita del humor negro a las reflexiones sombrías y delicadas sobre la dignidad, el sufrimiento y la humillación haciendo de éste un relato fresco y rejuvenecedor aunque la muerte siempre está al acecho.
Minicrítica realizada durante el #35Foro Internacional de la Cineteca Nacional.
Fecha de estreno en México: 9 de octubre, 2015.