En 1993, al interior del pequeño auditorio de una escuela preparatoria, se lleva a cabo la representación de una obra de teatro titulada “The Gallows” (La horca). Los padres de Charlie Grimille, uno de los estudiantes, graban con una videocámara la puesta en escena en la que actúa su hijo. En el último acto de la obra, el personaje de Charlie es condenado a morir ahorcado. Sin embargo, la puerta de madera debajo de los pies de Charlie se abre y él cae con la soga en el cuello, muriendo inmediatamente en la horca. Dos décadas después del trágico suceso, la joven estudiante Pfeifer (Pfeifer Brown) decide montar la misma obra de teatro, donde su compañero Reese (Reese Mishler) interpretará el mismo papel de Charlie. Hostigado por su mejor amigo Ryan (Ryan Shoos), un prepotente y abusivo estudiante que detesta la escuela, Reese accede a un vandálico plan para, una noche antes de la presentación, sabotear todos los preparativos de la obra de teatro. No obstante, el escenario que vio morir a Charlie tiene reservadas malévolas sorpresas para los jóvenes intrusos.
El filme está dividido en tres actos y las imágenes que se ven en pantalla son grabadas, en teoría, por los propios personajes de la película mediante una cámara en primera persona. El prólogo, situado en el pasado (1993), es a partir del punto de vista de los padres de la primera víctima de la historia; el segundo acto que ocupa gran parte del relato, es desde la mirada del travieso Ryan; y el epílogo corresponde al material grabado por la policía. La horca (The Gallows, 2015), codirigida por Travis Cluff y Chris Lofing, recurre al found footage como una estrategia para provocar que el espectador se sienta más cercano a las acciones del filme, sin embargo, este recurso pierde su intensidad cuando los directores recurren constantemente a la musicalización y a las ráfagas de sonido que no provienen del interior del filme, así como el uso de fuentes artificiales de iluminación y la falsa idea de hacernos creer que en la oscuridad las cosas se ven tan nítidas y claras como se retratan en el filme. De alguna manera, se traiciona el concepto original de brindar una atmósfera naturalista con la incursión de esos elementos artificiales. El truco pierde potencia y la tensión disminuye. Y ese es uno de los principales errores del filme, la mala ejecución de los clichés del género y la poca capacidad de los directores de comprender cómo funcionan los mecanismos del terror found footage. Los jóvenes actores tienen un pobre desempeño; las mujeres recurren a las lágrimas fáciles y a los estridentes gritos para demostrar su histeria, mientras que ellos golpean con todas sus fuerzas los lockers metálicos y las puertas para evidenciar su furia y desesperación. Ningún integrante del elenco es capaz de actuar de manera mesurada, y todos están en un tono mucho más arriba del indicado y oportuno para este tipo de filmes. El guión incluye un elemento sobrenatural para romper convenientemente las normas del mundo físico cuando sea necesario, y las débiles vueltas de tuerca del tercer acto desembocan en una justificación poco elocuente.
LFG (@luisfer_crimi)
Fecha de estreno en México: 17 de julio, 2015.