Mike Lawford (Nicolas Cage) es un profesor de literatura que se pierde constantemente de los eventos familiares por cuestiones de trabajo. Cuando la noche de Halloween, no llega a tiempo para pedir dulces con su hijo Charlie (Jack Fulton), Mike lo lleva a un festival a pocas calles de su casa para compensarlo. Charlie, quien había estado teniendo extrañas visiones desde hace varios días, le pregunta a su padre en un susurro “¿Le podemos pagar al fantasma?”, para después desaparecer sin rastro alguno. Un año más tarde, Mike sigue buscando a Charlie, y con ayuda de su esposa, Kristen (Sarah Wayne Callies), descubrirán que hay una fuerza sobrenatural detrás de la desaparición de varios niños de los alrededores.
El director alemán, Uli Edel, quien llamó la atención de la crítica en el 2008 con su filme Der Baader Meinhof Komplex, nominado a Mejor Película Extranjera en los Premios Oscar, vuelve ahora con una película de Clase B, basada en la novela de Tim Lebbon, que explora el drama del niño perdido en un contexto de terror apoyado por elementos de brujería de la mitología celta. Nicolas Cage toma el papel protagónico, pero esto no es suficiente para agregar dinamismo a una trama floja y con demasiadas soluciones poco pensadas que parecen sacadas de la manga –como un ciego que, convenientemente, lleva una linterna consigo para que Mike pueda usarla, o los ilógicos e inverosímiles caminos que sigue Mike para descubrir el gran misterio. Ninguno de los personajes parece inmerso en la historia, dándole un aire de desfile de caras prácticamente desconocidas que entran y salen sin un gran impacto. Edel busca causar miedo con ayuda de los sonidos estridentes, la música de misterio y los rostros fantasmagóricos que salen de la nada, pero la construcción general de la película provoca más risas discretas, producto del humor involuntario (o la incredulidad), que arruinan por completo la atmósfera necesaria en el género.
Fecha de estreno en México: 15 de enero, 2016.