Cassie (Chloë Grace Moretz) es una adolescente como cualquier otra. Va a fiestas con sus amigas y trata de llamar la atención de Ben (Nick Robinson), el capitán del equipo de futbol, pero cuando una nave alienígena se estaciona por encima de su ciudad natal, las cosas empiezan a cambiar. Los Otros, como les llaman los humanos, envían a la Tierra una serie de ataques, u olas, con el fin de despoblar el planeta. Cuando Cassie es separada de su hermano menor, Sam (Zackary Arthur), ella hará todo lo posible por rescatarlo de la base militar a la que fue trasladado.
La quinta ola, del director J Blakeson (The Disappearance of Alice Creed, 2009), es el filme de ciencia ficción basado en la novela del mismo nombre de Rick Yancey, publicada en el 2013 y cuyas dos siguientes partes ya están en planeación. Al estilo de Los juegos del hambre (Gary Ross, 2012) o Divergente (Neil Burger, 2014), la película está dirigida a adultos jóvenes con afición por los escenarios postapocalípticos que, sin importar lo terrible o desesperanzador de la situación, siempre dejan lugar para el romance, las pasiones hormonales y el delineador y barniz de uñas negro a prueba del fin del mundo. Los efectos visuales al inicio de La quinta ola (en los que vemos a la Tierra ser arrasada por terremotos y tsunamis) son sorprendentes, pero aunque la idea inicial tenía potencial, el desarrollo y final pierden fuerza y credibilidad al presentar los mismos clichés que se ven en todas las adaptaciones de este tipo, con la adolescente atrapada entre salvar al mundo –o, en este caso, a su hermano–, y el triángulo amoroso en el que, inevitablemente, terminó envuelta.
Fecha de estreno en México: 29 de enero, 2016.