Ginny (Kate Winslet) tiene 39 años, es infeliz y no tiene una buena salud debido a sus constantes migrañas. Ella se gana la vida como camarera en un restaurante de Coney Island mientras su descuidado esposo, Humpty (Jim Belushi), opera un carrusel y se va de pesca con sus amigos, al mismo tiempo que su hijo Richie (Jack Gore), un floreciente pirómano, se mete en algunos líos escolares. Ginny desea convertirse en actriz, pero está atrapada en una vida que no quiere. Buscando ayuda, llega Carolina (Juno Temple), la hija de Humpty de su primer matrimonio, con la esperanza de esconderse en la casa de su padre después de escapar del control de su marido mafioso. Paralelamente, Ginny encuentra una distracción y una ilusión amorosa en Mickey (Justin Timberlake), un atractivo salvavidas y estudiante de teatro dramático, con quien comienza un amorío a escondidas. Sin embargo, Ginny entra en una etapa de histeria, celos y desesperación cuando Mickey y Carolina se conocen.
Al ser tan prolífico y dedicado al trabajo, es inevitable que la carrera de Woody Allen esté poblada de cimas y baches. Luego de la extraordinaria Blue Jasmine (2013), el guionista y director neoyorquino se ha sumergido en una rutina depresiva, nostálgica y, a veces, repetitiva con Magic in The Moonlight (2014), Irrational Man (2015) y Café Society (2016). Ahora, con su más reciente filme, Wonder Wheel (La rueda de la maravilla, 2017), Allen ofrece un relato sobre la locura romántica y la invención dramática que apunta más hacia las alturas, aunque con sus pequeñas caídas. Wonder Wheel no es un melodrama directo. La escena de apertura presenta a Mickey y su dedicación al estudio de la dramaturgia, trabajando de salvavidas durante el día y asistiendo a la Universidad de Nueva York por la noche. Mickey es el narrador del relato, convirtiendo los eventos en su invención dramática, endulzando las relaciones problemáticas con grandiosas demostraciones de disfunción, añadiendo referencias de Tennessee Williams a la vida de Ginny. Mantener el punto de vista de Mickey a lo largo del filme es una curiosa elección creativa de Allen, pero le otorga permiso para acentuar la inquietud que crece entre los personajes, desarrollando representaciones -a veces caricaturescas- de almas desesperadas, dando a cada situación un toque literario para que coincida con la educación de Mickey y su interés en la creación de los enredos del conflicto clásico. Winslet brilla en cada cuadro artificial -confeccionados con ingeniosos cambios de color e iluminación a cargo del cinefotógrafo italiano, Vittorio Storaro (Apocalypse Now, 1979)- otorgándole una compleja dimensión a Ginny, una mujer atrapada en la mediocre realidad pero con los ingenuos anhelos de superación. La desesperación de la protagonista se establece desde el principio; ella siempre está al centro de las peleas y las discusiones que en la primera mitad del filme estallan con regularidad inquietante. Sin embargo, Allen comienza a reciclar estas disputas, creando así una serie de escenas interminables e inútiles cuya única finalidad es apreciar el talento de los actores, y no el crecimiento o la evolución de los personajes.
Fecha de estreno en México: 12 de enero, 2018.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex, Cineteca Nacional