Chela (Ana Brun) y Chiquita (Margarita Irun) provienen de familias adineradas, viven en una gran casona en la ciudad de Asunción, Paraguay. Estas dos mujeres, que pasan los 60 años, han vivido más de media vida juntas y ahora se enfrentan a una situación financiera terrible, por lo que, dolorosamente, deben vender sus pertenencias al mejor postor. Cuando Chiquita es acusada de fraude por firmar una serie de documentos dudosos, debe pasar un tiempo en prisión mientras su situación legal se aclara. Y Chela, una mujer sumamente frágil, debe hacerse cargo de todo aquello que siempre dejó al mando de otros. Marcelo Martinessi nos presenta a una pareja, dos mujeres que se amaron durante años. Cada una conoce las manías de la otra -al igual que sus fortalezas y debilidades-, por lo que la separación termina descolocándolas y exponiéndolas a una inherente verdad: la costumbre, se convirtió en una celda simbólica para ambas y tan pronto se aleja una de la otra, comprenden el sentido de la libertad personal. Chiquita lo hace al convivir con otras mujeres en prisión y entender que los problemas que vivía con Chela no son tan complejos como parecían dentro de su hogar; Chela obtiene su autonomía de otra forma, al volverse a enamorar y al manejar un automóvil que la conduce a su liberación. El director logra involucrar en la historia al espectador al enfocar y desenfocar a sus personajes, logrando resumir la pérdida amorosa con estos movimientos que nos permiten acercarnos y alejarnos de la misma forma que cada una de las mujeres comienza a comprender la brecha que se está generando entre ambas. De igual forma, la cámara se expone como un ser intrusivo que nos permite observar cada detalle nimio en la vida de dos personas que hicieron de su amor una acogedora prisión.
Fecha de estreno en México: 1 de marzo, 2019.
Consulta horarios en: Cinépolis, Cinemex