Ve aquí nuestra entrevista con Sofía Espinosa y Max Zunino
Ve aquí nuestra reseña de Los bañistas
Flavia (Sofía Espinosa) es una joven de 18 años de edad, inteligente, bonita y cínica, que busca estudiar artes plásticas en la Ciudad de México. Vive en un departamento en el Centro Histórico que su tía le presta de manera temporal. Es una época en la que México vive una crisis económica, y sus habitantes comienzan a resentir poco a poco los estragos del colapso. Entre los afectados está Martín (Juan Carlos Colombo), un anciano malhumorado, vecino de Flavia, viudo, solitario y novelista amateur. Afuera del edificio permanece una huelga estudiantil que lleva varios meses apostada, bajo el inmueble en el que Flavia y Martín viven. Tanto la chica como el septuagenario lidian a diario con los paristas que piden prestado los baños. Aunque Flavia y Martín nunca ceden, la chica se relaciona con dos de ellos, Sebastián (Harold Torres) y Pedro (Armando Espitia), a quienes en un principio busca de manera convenenciera. Cuando Flavia es desalojada por su tía recurre a Martín. Conmovido por las circunstancias de Flavia, la aloja por unos días, pero la actitud desenfadada de la joven termina por exasperarlo y decide echarla. En su soledad, Flavia terminará compartiendo la calle con los huelguistas. Adentro, Martín se prepara para morir de hambre cuando los pocos víveres se le terminan. Flavia ideará entonces un modus vivendi que beneficie tanto a Martín como a los manifestantes: rentar su baño a cambio de comida.
Los bañistas (2014), ópera prima de Max Zunino, es una historia inspiradora que propone un interesante diálogo con los espectadores. Un filme que fomenta valores tan encomiables como la solidaridad, la empatía y la esperanza, los cuales no deberían faltar en ninguna sociedad. Con un sólido guión escrito a cuatro manos junto a su protagonista, Espinosa, Zunino privilegia los primeros planos para revelar las crisis internas de cada personaje. Otro acierto del filme, son las sólidas actuaciones de los personajes principales: Flavia, Martín y Sebastián. La naturalidad de sus interpretaciones y de sus diálogos colaboran a llevar adelante la producción austera. El reparto conforma una pequeña familia que recuerda a English Vinglish (2012), con la que comparte la frescura y el optimismo pero también los tópicos y las irregularidades narrativas, lo que vuelve el final ligeramente forzado. Pese a ello, la trascendente nostalgia que inunda la obra conforma un viaje espiritual digno de ser realizado.
VSM
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Minicrítica realizada durante el #35Foro Internacional de la Cineteca Nacional.