Minicrítica realizada durante el Festival Internacional de Cine de Morelia 2014
Los muertos es la ópera prima de Santiago Mohar Volkow y se centra en un fin de semana en la vida de cinco amigos jóvenes adinerados mexicanos, Santiago (Santiago Corcuera), Elena (Elena Larrea) e Ignacio (Ignacio Beteta) cuya característica común es la apatía y los excesos de alcohol, sexo y drogas en los que se hunden cada viernes en las mansiones de sus allegados. En esa fiesta en particular los juegos se vuelven más atrevidos y deciden hacer suertes con un arco. Sin que se den cuenta, una de las flechas a hiere a una de sus amigas, quien es encontrada al día siguiente por uno de los trabajadores de la casa. El accidente y el deceso de la chica provoca que los muchachos reflexionen cada uno por su cuenta sobre lo vacío de sus vidas y decidan ser mejores personas.
Los muertos, pretende ser un filme reflexivo y con una crítica social de fondo, pero conforma un abanico de clichés que hacen referencia al lenguaje y comportamientos de jóvenes millonarios más cercano al de los protagonistas de la telenovela mexicana Rebelde, con diálogos que buscan ser profundos, pero que dado el trasfondo, los diálogos, las actuaciones poco convincentes, se vuelven un lugar común. Todo suena demasiado reiterativo: las exigencias de los niños ricos por conseguir todo cuanto desean, la filosofía hedonista y el desapego sentimental son temas demasiado trillados para abordarlos nuevamente de manera tan poco sobria y con un frívolo guión que termina por pecar de lo que critica.
VSM (@SofiaSanmarin)