Luis es un adolescente tímido e introvertido. Huérfano de madre e hijo de un ufólogo distraído por las estrellas, es intimidado en la escuela y descuidado en casa. En su duodécimo cumpleaños, él espera una bicicleta nueva como regalo, pero éste nunca llega. Al conocer la situación del niño, el director de la escuela está convencido que Luis debe ser alejado de la custodia de su padre para poder ubicarlo en un internado, aunque este lugar esté encabezado por una aterradora y maniaca mujer, la señorita Diekendaker. Un día, Luis recibe una visita inusual e inesperada: tres alienígenas -Mog, Nag y Wabo- decididos a conocer las maravillas del planeta Tierra, no pueden evitar que su nave se impacte cerca de la casa del protagonista. Aunque temeroso en un principio, el niño y los extraterrestres comienzan a desarrollar una relación de confianza y amistad que motiva a Luis a vivir nuevas aventuras, superar sus miedos y luchar contra todo tipo de obstáculos. Luis y los marcianos (Luis & the Aliens, 2018), dirigida por Christoph y Wolfgang Lauenstein, es una película de animación que abiertamente explora los temas vinculados a la investigación de la comunicación (entre especies), la amistad, el respeto de la diversidad, el sentido de la vida y la muerte (la madre de Luis murió prematuramente). Los tres extraterrestres tienen una gran química cómica en un estilo ingenuo y anticuado que recuerda las dinámicas de Los Tres Chiflados, y los trucos que realizan funcionan para que los personajes salgan de los apuros en los que se involucran. Mediante pequeñas muestras de ADN, los alienígenas tienen la habilidad para transformarse en humanos, aunque las imitaciones son imperfectas ya que algunos rasgos (como sus prominentes dientes) permanecen, ocasionando carcajadas en el público más pequeño.
Fecha de estreno en México: 10 de agosto, 2018.