Video. Entrevista con Rodrigo Reyes, director de 'Lupe bajo el sol'
La voz en off de una niña explica que su abuelo, Lupe (Daniel Muratalla), ha dejado México para irse a trabajar en una suntuosa casa de Estados Unidos. Sin embargo, pronto descubrimos que el protagonista en realidad se desempeña como recolector en una plantación de durazneros ubicada en el condado de Merced, California. Cuando comienza a sentir varios malestares, Lupe decide acudir al médico sólo para enterarse que padece presión alta y es propenso a la diabetes. Él no se somete a los tratamientos y busca la manera de regresar a México para morir en su tierra. Después de su documental Purgatorio: Viaje al corazón de la frontera (2013), el realizador mexicano, Rodrigo Reyes, vuelve a explorar el tema de la migración desde la perspectiva del envejecimiento, la enfermedad y la cercanía de la muerte. El intenso deseo de volver a casa anula cualquier tipo de afecto que Lupe pudiera llegar a sentir por California; él es un tipo callado y reservado, pero esta cualidad es llevada al extremo al grado de no responder, incluso cuando es interpelado directamente. Por desgracia, esta cualidad del personaje crea una barrera y el espectador se ve imposibilitado de identificarse con Lupe, quien constantemente da la espalda para no ser visto y pasar desapercibido; así resulta difícil sentir empatía con el protagonista. Al recurrir a trabajadores agrícolas reales como actores y elaborar una sutil referencia al neorrealismo de El ladrón de bicicletas (Dir. Vittorio De Sica, 1948), Reyes ofrece una representación carente de sentimentalismos que hace a un lado los elementos habituales en este tipo de relatos (discriminación, racismo, deportación) para centrarse en la manera que los latinos se integran a la comunidad estadounidense, y aunque Lupe bajo el sol (2016) es un filme íntimo, carece de emociones y posee un desenlace poco convincente que no ofrece ningún tipo de catarsis.
Fecha de estreno en México: 7 de junio, 2019.
Consulta horarios en: Cineteca Nacional