Olga (Eva Higueras) es una profesionista que invierte gran parte de su tiempo y esfuerzo en su despacho de abogados. Sus responsabilidades aumentan cuando, al ser hija única, se ve obligada a hacerse cargo de su padre Arturo (Julio Lázaro), un hombre gruñón que, debido a una enfermedad, debe permanecer postrado en su cama. Para quitarse de encima algunas de sus preocupaciones, Olga recurre a Inés (Susana Sucena), una monja que pertenece una congregación religiosa dedicada al cuidado de los enfermos. Cada noche, Inés demuestra su temple, fortaleza, cariño y paciencia en el cuidado de Arturo, quien se muestra intolerante -y a veces irrespetuoso- con la también enfermera. No obstante, de manera paulatina, el hombre comienza a interesarse en la historia que todas las noches lee Inés: la fundación de las Siervas de María. De esta manera se desprende otro relato, ambientado en la España de mediados del siglo XIX, en el que se describen los orígenes de la institución religiosa resaltando la labor de Soledad (Laura Contreras), una mujer clave en la consolidación de las Siervas de María a pesar de las hostilidades del contexto.
Luz de soledad (2016), dirigido por Pablo Moreno, es una película narrada en dos capas -el pasado y la época actual- que pretende profundizar, primero, en la figura de Soledad Torres Acosta (la fundadora de las ministras de los enfermos) y, segundo, logra mostrar de manera fehaciente y verosímil la manera en que hoy en día las Siervas de María llevan a cabo su labor. El guion opta por inclinar la balanza hacia el drama de época y es ahí donde se evidencian algunas fallas del filme que termina convirtiéndose en una biopic convencional. Si bien es cierto que Luz de soledad muestra cómo el lado ambicioso e hipócrita de un sector del clero significó un impedimento en la fundación del grupo religioso, Moreno -siguiendo paso a paso el camino de la hagiografía- confecciona la figura de Soledad como el bien absoluto, incluyendo un momento epifánico exacerbado con el intenso brillo de la iluminación artificial. En lugar de profundizar en la psicología de Soledad que nos permita conocer -más allá de la bondad- la forma de pensar, sentir y dudar de la protagonista en determinadas situaciones, el director opta por depositar anécdota tras anécdota (la falta de dinero, la falta de comida), obstáculo tras obstáculo (las epidemias, las persecuciones religiosas, las batallas) con sus respectivas y fugaces resoluciones que siempre son exaltadas y anticipadas por la dramática música de Oscar Martin Leanizbarrutia. En última instancia y más allá de las creencias religiosas, se rescatan los genuinos mensajes que el filme busca transmitir; no únicamente los vinculados a la práctica de la misericordia con el otro, sino la humildad, devoción y serenidad que emplean las Siervas de María para cuidar a los enfermos y acompañarlos de manera cariñosa y humana en ese paso que desean dar hacia una muerte digna.
Fecha de estreno en México: 8 de febrero, 2019.
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